Este decálogo forma parte de un documento que se ha realizado de forma específica para la situación actual generada por la COVID-19, con el objetivo de aportar herramientas que puedan ayudar a algunas personas a llevar lo mejor posible las diferentes situaciones que esta pandemia está generando. A partir del marco conceptual de la salud mental positiva como un constructo multidimensional y a partir de un decálogo genérico elaborado por Lluch el año 2011, en el documento se presentan cinco decálogos de salud mental positiva dirigidos a personas y/o situaciones específicas, elaborados por autoras relevantes en cada área, y que se puede consultar íntegramente en: http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/155018/4/VERSION%20GLOBAL%20Castellano.pdf.
El documento se complementa con una amplia bibliografía de la producción científica del grupo de investigación en Salud Mental Positiva (coordinadora: M. Teresa Lluch Canut).
El presente decálogo va dirigido a las personas y familias que han de hacer un confinamiento. Se presentan sencillas recomendaciones que pueden ser útiles para ayudar a adaptarse a esta situación. Cada recomendación tiene un valor por sí misma y puede ser aplicada de manera individual o en conjunto con el resto. Si se consumen todas no hay ningún peligro. Al contrario: cuantas más recomendaciones apliquemos a nuestra vida más reforzaremos nuestra salud mental positiva. Pero hagamos lo que podamos. Mejor aplicar alguna que ninguna.
- Identificar las cosas buenas que tenemos en nuestra vida diaria. Incluso estando confinados tenemos cosas a valorar de forma positiva. Por ejemplo: dar valor a poder estar más juntos durante unos días con parte de tu familia.
- Valorar las pequeñas cosas de cada día. Centrarse en las necesidades que podemos satisfacer y no en las que no podemos. Darse cuenta de la cantidad de cosas que pensamos que son necesidades y en cambio son lujos, cosas que tenemos idealizadas. Por ejemplo: dar valor a poder tomar el sol desde la ventana, balcón u otras estancias de la casa.
- No sentirnos culpables por la situación. Se ha hecho lo que se ha pensado que era mejor en cada momento; la vida es muy compleja para poder valorar todos los peligros y situaciones del día a día. No sentir culpabilidad ni culpar a los demás.
- Desbloquear los pensamientos negativos. Pensar que todo irá bien, no pensar en cosas negativas. Si estás preocupado, intentar no trasladarlo a las personas con las que convives.
- Tomar consciencia de que también hay momentos buenos, como poder disfrutar de una comida, hacer actividades que a veces no podemos hacer, compartir sentimientos o poder conocerse mejor.
- No esconder cómo nos sentimos: es bueno reír, llorar, estar disgustado. Tenemos que interpretar la normalidad de los sentimientos: esta situación genera impotencia y ansiedad. Pero tenemos que salir adelante, y por eso se ha de experimentar todo tipo de sentimientos y de miedos. Pero debemos controlar la intensidad (que no nos impidan continuar haciendo nuestras cosas básicas) y la duración (que no estemos todo el tiempo pensando en lo mismo. Importante buscar estrategias para diversificar). Aunque si los estados emocionales son muy intensos, persistentes o nos incapacitan para continuar con nuestra vida diaria, debemos pedir ayuda profesional.
- Hacer cosas para relajarse y divertirse. Bailar, mirar una película que te gusta, llamar a la familia, a los amigos, y aprovechar para hacer cosas que no haces normalmente. Hacer lo que te apetezca dentro de lo que se pueda hacer.
- Ir resolviendo las situaciones a medida que las tengamos, pero también ser previsores (tramites que tenemos que hacer para cambiar de día una cita, pensar en qué alimentos o cosas necesitaremos para los días en que estamos confinados, entre otras situaciones).
- Es importante cuidar nuestras relaciones interpersonales, sobre todo si se está solo en casa, aunque de manera diferente, de forma virtual: llamar a las personas que quieres, hacer videoconferencias conjuntas con la familia y amigos, así como ayudarse entre los vecinos. Es una oportunidad para conocer nuevas tecnologías.
- Intentar tener momentos “felices” y fomentar el sentido del humor; en momentos determinados es bueno para desconectar.
¡Resistiremos!
Autora:
Dra. Montserrat Puig Llobet. Enfermera. Licenciada en Antropología Social y Cultural. Doctora en Sociología por la Universidad de Barcelona. Profesora del Departamento de Enfermería, Salud Pública, Salud Mental y Maternoinfantil de la Universidad de Barcelona.
Referencia:
Puig Llobet, M. (2020). Decálogo de Salud Mental Positiva para personas en situación de confinamiento. En Lluch-Canut, M.T. (Coord.). Decálogos de Salud Mental Positiva adaptados a diferentes situaciones y/o personas afectadas por circunstancias de la pandemia de Coronavirus COVID-19. Barcelona: Colección OMADO, Depósito Digital de la Universidad de Barcelona.