El tejido asociativo es la base de sustentación en los barrios de las redes de solidaridad ante la ausencia de la administración.
Las Redes solidarias en los diferentes distritos de la ciudad han sustituido el accionar de los Servicios sociales y de la Juntas Municipales. Un esfuerzo titánico, pero que nace desde el tejido asociativo de los barrios que entienden la realidad de sus gentes, de sus problemas, y también de las soluciones.
El hambre no espera y así lo han entendido las redes solidarias que trabajan codo a codo con las AAVV. En este entendido el presidente de la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM), Quique Villalobos, ha advertido a la Administración de que la capacidad de resistencia de las redes vecinales que han aflorado en esta primavera ciudadana es "limitada", una vez que las colas de vecinos demandando productos de primera necesidad se han convertido en demasiado habituales en puntos de la ciudad como Aluche, Orcasitas, Orcasur, Villaverde o el Pozo del Tío Raimundo, entre muchos otros.
Pero Madrid se mueve y sus pobladores son hoy por hoy un ejemplo de solidaridad y entrega desinteresada al servicio de los más necesitados, de hecho han dado cuerpo a decenas de iniciativas solidarias vecinales que están dando una respuesta a aquellas situaciones a las que no llega la Administración y que la FRAVM recopila, para facilitar el contacto con ellas, a través de su página web, https://aavvmadrid.org/covid-19. Villalobos ha señalado que "Al final es un clásico, cuando vienen mal dadas y las administraciones no están a la altura no nos queda otra que organizarnos y con nuestros medios hacerlo posible para salvar a la gente", explico..
Por otra parte el presidente de la FRAVM ha señalado que es consciente de la difícil situación a la que se enfrenta el Ayuntamiento para dar respuesta a todas las necesidades que ha provocado la crisis del coronavirus porque, "de la noche a la mañana, ha tenido que enviar a teletrabajar a la plantilla" y se dificulta una reacción rápida de la Administración, "que ya de por sí es muy lenta".
Villalobos ha advertido que “la capacidad de resistencia de las redes vecinales es muy limitada, como avisamos al Ayuntamiento hace tres semanas", y que ha puesto sobre la mesa que en este momento son muchas las personas que se están volcando y aportando su granito de arena como voluntarias en las redes vecinales.
Pero en los barrios la maquinaria solidaria sigue funcionamiento, los voluntarias y voluntarias están dejándose la piel en ese afán de ayudar al que necesita, al que le falta, al que no tiene un trabajo y ha perdido todos sus ingresos, a las familias con niños y a cargo de los abuelos y con facturas a pagar cada fin de mes.
El tejido asociativo es hoy por hoy una de las mejores soluciones para enfrentar la crisis que se nos viene después del Coronavirus, un ejemplo a seguir, gente volcándose por la gente. La solidaridad hermana y sin esperar nada compromete, el fin será siempre el mismo: ayudar a quien lo necesite.
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