En las consultas de los centros de salud es habitual escuchar frases como “Vengo a por la analítica del año” o “Quiero que me mire lo de la próstata” o “Es que nunca me he hecho una colonoscopia”. En este artículo exploraremos las principales revisiones que se recomienda realizar a lo largo de las diferentes etapas de la vida.
- Durante la infancia (0-12 años) tanto el pediatra como la enfermera de pediatría realizan un seguimiento regular para detectar problemas de salud y garantizar que el niño esté alcanzando el óptimo desarrollo físico, cognitivo y emocional. Especial importancia cobra la correcta vacunación. En los primeros años de vida se promocionará la lectura en voz alta y se estimularán los hábitos de vida saludable tanto en el campo de la alimentación como la salud física y la salud mental. Las visitas recomendadas son: primer mes entre los 15 días y el mes de vida; primer año a los 2, 4, 6 y 12 meses; segundo año a los 15 y 18 meses; de 2 a 6 años, anualmente; y de 6 a 14 años cada dos años.
- En la adolescencia (13-18 años), etapa de grandes cambios, las revisiones tienen como objetivo que en el desarrollo se relacione de forma saludable con el entorno y consigo mismo. Reforzaremos la educación sexual y salud mental con detección de patologías como la ansiedad, la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria, así como la prevención de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto.
- El inicio de la edad adulta es un buen momento para preguntar por métodos anticonceptivos, deseo gestacional y prevención de infecciones de transmisión sexual. Recomendaremos pruebas como la citología para detectar cáncer de cuello de útero cada 3 años entre los 25 y 65 años. Se solicita y se realiza en el centro de salud, pudiendo pedir cita directamente con la matrona.
Más adelante, existen otras pruebas recomendadas en la detección precoz de cáncer, como por ejemplo el cribado de cáncer de mama (DEPRECAM) con mamografía cada dos años entre los 49 y 69 años. La Comunidad de Madrid envía una carta o mensaje, y, si no es así, ponte en contacto con el centro de salud o llama al teléfono que te proporcionarán.
Respecto al PREVECOLON, prueba para detectar cáncer de colon en personas entre 50 y 69 años, cuya cita llega por carta, se trata de un test de sangre oculta en heces (SOH) recomendado cada dos años. Si fuera positivo, se realizaría una colonoscopia.
Estos cribados se hacen con población sana sin factores de riesgo añadidos para padecer algunos cánceres. Si no es tu caso, deberías acercarte a tu centro de salud para informarte de cómo deberían ser tus pruebas. Hay casos que se deben personalizar como para el cáncer de próstata, ya que se debe valorar siempre el beneficio-riesgo de solicitar el antígeno prostático (PSA). Del mismo modo se individualizará la solicitud de radiografía de tórax en la sospecha de cáncer de pulmón.
Para enfermedades crónicas no oncológicas, los cribados como el de la hipertensión arterial se realizará con la toma de tensión arterial en adultos mayores de 18 años con patología añadida y en todos los mayores de 40 años, al menos una vez al año y cada tres a cinco años en adultos sanos de 18 a 39 años.
Para descartar hipercolesterolemia, se hace analítica cada cuatro años desde los 18 años. Se determinará la glucosa en ayunas o incluso solicitará un valor de hemoglobina glicada en pacientes de riesgo de padecer diabetes (familiares con diabetes, obesidad, síntomas). También valoraremos la función renal para detectar enfermedad renal crónica.
Se realizará un electrocardiograma a partir de los 65 años para detectar arritmias o anomalías, estando indicado antes si se padecen otras enfermedades cardiovasculares.
Las vacunaciones en adultos incluyen la del virus del papiloma humano, financiada a partir de los 12 en ambos sexos y hasta los 25 para hombres que tienen sexo con hombres y para aquellas mujeres que presenten infección por el virus independientemente de su edad o que ejerzan la prostitución. La vacuna de la gripe, que se recomienda en mayores de 60 años sanos y también en aquellos pacientes con enfermedades crónicas independientemente de la edad. Lo mismo ocurre con la vacuna del neumococo. Recientemente se ha introducido también la vacuna del herpes zóster en mayores de 65 años.
Recordar que en todas las etapas de la vida tu profesional sanitario de referencia te recomendará mantener una vida activa, dieta variada, limitar el consumo de alcohol y no fumar. No hay que olvidar, más en las últimas etapas de la vida, los riesgos de la soledad no deseada. Es importante que, si te encuentras en esta situación, acudas a tu centro de salud para informarte de los grupos y las actividades que hay en el barrio.
Las revisiones periódicas a lo largo de la vida son esenciales para detectar problemas de salud de manera temprana, promover la prevención y garantizar que las personas vivan una vida larga y saludable. Los profesionales sanitarios somos un aliado crucial en este proceso, ya que ofrecemos una atención personalizada y un enfoque integral para el cuidado de la salud. Al seguir las recomendaciones de revisiones periódicas en cada etapa de la vida se pueden prevenir muchas enfermedades y mejorar el bienestar general.