En el Proyecto de reurbanización del Parque Lineal Manolito Gafotas en el tramo comprendido entre la Av. de Carabanchel Alto y la carretera del Barrio de la Fortuna se citan los restos de dos construcciones históricas: “los restos de la casa de labor de la finca rústica Las Piqueñas, perteneciente a la duquesa de Santoña” y “los restos la noria de tiro de tracción animal que abastecían un estanque y los jardines asociados al palacete de la duquesa de Santoña”. Respecto a los primeros se afirma que están cartografiados, pero que no se identifica ningún elemento superficialmente. Sobre los segundos se indica que son visibles dentro del recorrido actual y que están a cota de terreno actual. Pero… ¿seguirán siendo visibles los restos de la noria de tiro cuando acaben las obras del Parque Manolito Gafotas?
Más adelante en el mismo documento se indica que “el proyecto contempla la puesta en valor de la misma, realizando una limpieza, colocando un vallado de protección y colocando una placa informativa”, pero observando el plano del proyecto en la zona oeste tanto la senda peatonal como la ciclista pasan por encima de la zona donde se encuentra la noria de tiro. En la excavación arqueológica que se está llevando a cabo han aparecido los restos de un pequeño acueducto junto a la noria y otras construcciones de ladrillo asociadas al transporte de agua entre la noria y el lugar donde se encontraba la casa de labor, cerca de la pasarela peatonal que atraviesa la M-40.
Restos de la noria y el acueducto en dicha finca.
En la escritura de la compra-venta de la finca de Las Piqueñas por el marqués de Vallejo en 1895 para la construcción de un hospital para epilépticos (el origen de la Fundación San José) se cita la noria y el acueducto que habían junto a la “casa-palacio” de la duquesa de Santoña compuesta de “planta baja, principal y un espacioso desván debajo de la armadura; cuya finca está rodeada de una viña, un jardín con su estanque y una huerta plantada de árboles frutales adyacente al jardín, otro estanque y una noria para el riego de los mismos y un acueducto para llevar las aguas de un manantial al estanque de la noria”. Está documentado que esa zona de Las Piqueñas fue propiedad de la duquesa de Santoña y su esposo el marqués de Manzanedo desde la década de 1850 hasta 1893, cuando fue adquirida por Ildefonso Fernández Cabrera, nombrado alcalde de Carabanchel Alto dos años después. Pero se desconoce quiénes fueron los anteriores propietarios.
En la Guía de Madrid y su provincia publicada por Andrés Marín Pérez en 1888 se cita que “Fuera del pueblo [de Carabanchel Alto] y a un kilómetro largo de éste, se levanta la magnífica posesión de la marquesa de Manzanedo, titulada Las Piqueñas, provista de elegantes habitaciones, fábrica de jabón, espaciosa huerta, vistoso jardín y cómodos lavaderos”. Ya en un plano de 1865 aparecía atravesando la finca de Las Piqueñas el “camino de la fuente de la Teja a la fábrica de jabón”. ¿Fueron los marqueses de Manzanedo los que construyeron esa fábrica de jabón? Si no fuera así y esa fábrica ya existiera a finales del siglo XVIII es probable que perteneciera a Francisco Cabarrús, fundador del Banco de España y ministro de José Bonaparte. De este modo, la noria del Parque Manolito Gafotas podría haber regado los jardines y huertas del “Chateau de Saint-Pierre”, donde nació y se crio su hija Teresa, la célebre “Madame Tallien” durante la Revolución Francesa.
Foto: Casa de labor de Las Piqueñas en 1974.