Regresan las protestas en defensa de la sanidad pública

Jueves 9 de enero a las 18:30, manifestación desde el Centro de Salud Abrantes hasta la plaza de Oporto

Tras un parón durante las fiestas de Navidad, este jueves 9 de enero convocamos a los vecinos y vecinas de Carabanchel a volver a las calles para manifestarnos en defensa de la sanidad pública. Una sanidad pública madrileña que estos días se encuentra de nuevo colapsada.

Ha comenzado el año de igual manera a como lo acabamos y repitiendo el colapso sanitario de todas las Navidades. Un colapso que se ha hecho evidente en las urgencias hospitalarias saturadas y sin capacidad casi para atender a los y las pacientes que esperan durante horas en los pasillos. Un colapso que también se ha hecho evidente en centros de salud de Atención Primaria del sur de la capital, que no han podido atender a la población en condiciones porque la Administración no ha tenido en cuenta las vacaciones y las bajas de sus trabajadores y trabajadoras.

Los colapsos en las urgencias de los hospitales de Madrid, que causan tanto sufrimiento y malestar en los y las pacientes, se producen cada invierno: como un reloj, como una maldición. Las autoridades madrileñas aducen que hay un repunte de enfermedades provocadas por el frio y que es temporal. Pero cuando la saturación de las urgencias se repite regularmente y durante tanto tiempo, es evidente que las Administraciones sanitarias no han realizado las actuaciones necesarias para prevenir y/o afrontar esta situación.

Y ambos problemas están directamente conectados: el colapso de muchos centros de salud de Atención Primaria de las zonas populares y de clase trabajadora de Madrid repercute directamente y provoca el colapso en las urgencias hospitalarias.

Pongamos un ejemplo: la situación del Centro de Salud Abrantes en el distrito de Carabanchel y uno de los consultorios más abandonados por la comunidad de Madrid, un caso especialmente sangrante (de forma estructural le falta entre la mitad y más de un tercio de los facultativos que debería tener) de los efectos de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública. El martes 7 de enero este ambulatorio ha tenido, en el turno de mañana, tres médicos de familia y uno en el turno de tarde. Y ningún pediatra. Este consultorio, que atiende un barrio de cerca de 30.000 personas, tiene sobre el papel 17 plazas de facultativos y cuatro pediatras.

Como esta falta de profesionales se ha repetido durante estas Navidades, este centro de salud no ha podido hacer frente al aumento de las necesidades sanitarias del barrio. Una situación similar se ha repetido en otros centros de salud de Carabanchel. Por ejemplo, en el de General Ricardos las citas con al médica se han retrasado a un mes.

Dados los limitados medios de los centros de salud, la mayor parte del Distrito ha terminado recurriendo a las urgencias hospitalarias. Y este ejemplo se puede extrapolar a muchos barrios y pueblos de Madrid.

Estas situaciones son consecuencia de decisiones políticas, que suponen que los recursos que se destinan a la sanidad pública son insuficientes para dotar a ésta de los medios necesarios. Y tales decisiones políticas son el resultado de no otorgar a la salud de la población prioridad sobre otro tipo de gasto.

Es necesario y urgente tomar medidas para reforzar el sistema sanitario, y especialmente la Atención Primaria.

Aunque la situación del C.S. Abrantes es brutal, somos conscientes de que no va a tener salida si no revertimos el abandono generalizado de la Atención Primaria, por eso llamamos al vecindario de Carabanchel a luchar por una sanidad pública, universal y de calidad, no solo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.


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