Concentración frente al Centro de Salud Abrantes en defensa de la Atención Primaria

Jueves 19 de diciembre, a las 18:30. Será la última de este año: tras el periodo navideño se retomarán las movilizaciones

Este jueves 19 de diciembre convocamos de nuevo a los vecinos y vecinas de Carabanchel a unirse en la manifestación semanal en defensa de la Atención Primaria y de la sanidad pública de calidad que merecemos. Esta protesta será la última de este año: hacemos un parón hasta retomar las movilizaciones a primeros de enero de 2025. Es lo que llevamos haciendo desde que se iniciaron las protestas ante el Centro de Salud Abrantes hace cuatro años y cuatro meses. Tras ese descanso, esperamos retomar más fuertes y unidas la lucha por mejorar nuestros servicios públicos.

Y queremos resaltar e insistir que el jueves 19 de diciembre llevaremos cuatro años y cuatro meses de lucha en defensa del Centro de Salud de Abrantes. Lucha que empezó en septiembre de 2020 cuando en la puerta de este ambulatorio apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. De golpe miles de personas nos habíamos quedado sin atención médica. Y empezaron las protestas semanales del vecindario. Desde entonces, salvo algún paréntesis (como el que hacemos ahora esta Navidad), cada jueves cientos de vecinos y vecinas nos hemos movilizado ante nuestro centro de Atención Primaria para exigir que éste no se cerrara y en defensa de una sanidad pública.

El C.S. Abrantes, que atiende un área con una población de 30.000 personas, debería tener, según datos de la propia Administración madrileña, 17 facultativos de familia (repartidos en el turno de mañana y de tarde) y cuatro pediatras (repartidos también en ambos turnos). Los recortes y el abandono de la Atención Primaria (la Consejería de Salud de la Comunidad no ha cubierto bajas y jubilaciones) lo ha dejado desguarnecido, y el número de facultativas y facultativos puede variar cada día dependiendo de si hay alguna profesional de baja o, como ha ocurrido este verano, tomando sus merecidas vacaciones. Por ejemplo el pasado jueves 12 de diciembre este ambulatorio tenía por la mañana solo seis médicos y un pediatra, y por la tarde cuatro facultativas (con algún refuerzo de unas horas) y ningún pediatra. Hay que resaltar que solo hay pediatra por las tardes los lunes, martes y miércoles; el resto de las tardes, los y las peques cuya atención no sea demorable deben desplazarse hasta el centro de Nuestra Señora de Fátima, al otro lado de Carabanchel.

Aunque la lucha del vecindario del barrio de Abrantes está logrando algunas victorias, éstas se dan en un marco de degradación del conjunto de la sanidad pública madrileña. Diciembre empezaba con la buena noticia de que se mantiene un equipo de cuatro médicos de familia estable en el turno de tarde. Es la primera vez desde hace años que en este centro de salud hay turno de tarde médico estable.

La falta crónica de personal médico y de pediatras genera una demora que esos días está en torno al mes de espera para una cita con el o la médica de cabecera. Y una situación similar se repite en numerosos centros de salud, sobre todo en los barrios populares y de clase trabajadora. Por eso en distintos barrios y pueblos de Madrid, también desde hace años, cada semana se producen protestas similares a las de Abrantes.

No queremos normalizar ni aceptar que tengamos que esperar un mes para que nos atienda el o la médica de cabecera. No queremos normalizar ni aceptar que tengamos estar meses esperando una consulta preferente con el especialista para la que ni siquiera nos dan cita (hay actualmente más de un millón de personas esperando una cita con el especialista o para una prueba diagnóstica o para una intervención quirúrgica). Somos miles de usuarios y usuarias de la sanidad pública madrileña abandonadas por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Ésta es la injusta realidad de los barrios de clases trabajadoras y populares.

Es necesario y urgente tomar medidas para reforzar el sistema sanitario, y especialmente la Atención Primaria. Su acelerada degradación es consecuencia de decisiones políticas, de no destinar a la sanidad pública los recursos suficientes para dotar a ésta de los medios necesarios. Y tales decisiones políticas son el resultado de no otorgar a la salud de la población prioridad sobre otro tipo de gasto.

Por eso llamamos al vecindario de Carabanchel a luchar por una sanidad pública, universal y de calidad, no solo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!


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