Redacción
Vecinos y comerciantes del Camino Viejo de Leganés están indignados por unas obras que se realizaron a principios del mes de marzo, en las que se cambiaron las marquesinas antiguas por unas nuevas en toda la calle.
Según nos explican, en un tramo de la acera, a la altura del número 171, que da a la puerta de una farmacia y al portal, existe un desnivel en el suelo que dirige el agua de la lluvia hacia la pared y las dos puertas. Los operarios de la empresa asignada para hacer estas obras no se han preocupado de nivelar esa zona para que el agua vaya hacia la calzada y los sumideros de la calle, la dejaron tal cual, motivo del enfado de estos vecinos, que piden una solución.