Hoy os voy a hablar de la nueva profesión llamada “perito judicial cinológico”. Todos hemos oído hablar de los peritos de automóviles, peritos inmobiliarios, peritos arquitectos, etc.; pues es lo mismo pero dedicados al mundo del perro, por eso es cinológico. Actualmente soy uno de ellos, además de adiestradora canina profesional, como ya sabéis. Os voy a explicar qué es y qué trabajo realiza exactamente, por si necesitáis los servicios.
Un perito judicial es el experto en una materia a quien se le encomienda la labor de analizar desde un punto de vista técnico, científico o práctico la totalidad o parte de los hechos litigiosos. La figura del perito judicial cinológico nace de la necesidad creciente del asesoramiento de propietarios de perros.
El perito judicial cinologico dispone de un extenso ámbito de actuación: Administración pública y privada, clínicas y hospitales veterinarios, adiestradores, educadores, hoteles y residencias caninas, propietarios de perros y cuidadores caninos, entre otros.
Disponemos de los conocimientos especializados y reconocidos capaces de suministrar la información u opinión fundada a particulares, compañías aseguradoras y tribunales de Justicia, en este último caso sobre los puntos litigiosos que son materia de dictamen.
Podemos encontrar dos tipos de peritos: de oficio, que son aquellos designados judicialmente de forma habitual por el proceso de insaculación (meter en un saco nombres y elegir al azar); y de parte, aquellos propuestos por una o ambas partes (posteriormente aceptados por el juez o el fiscal).
El perito judicial cinológico es un experto en el mundo canino. “Cinología” es el término que suele ser empleado para hacer referencia al estudio realizado a los perros, mediante la cual se puede determinar distintos aspectos en relación con su comportamiento, entrenamiento y salud en general, ya que estudia su genética, morfología, organismo y psiquis. Un perito cinológico es una persona experta en el área que realiza los estudios e investigaciones pertinentes a la cinología, el cual está capacitado en todo lo relacionado con la peritación, tasación, veterinaria básica y adiestramiento canino. De modo que puede dedicarse al entrenamiento de los perros de seguridad, al desarrollo de instinto investigador y la elaboración de informes periciales.
Por lo general, un perito cinológico se forma académicamente realizando una carrera relacionada con la veterinaria, el cuidado y adiestramiento de perros, para luego complementar dichos conocimientos con un curso específico.
Se forma a los a los profesionales enfocándose en el análisis de las pruebas judiciales, los informes periciales, el desarrollo cognitivo y emocional de los perros, además de su adiestramiento. El artículo 457 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por su parte, establece que los peritos pueden ser titulares y no titulares. Los primeros son los poseedores de título oficial de una ciencia o arte, cuya actividad está regulada por la Administración. Los segundos carecen de dicha titulación oficial, aunque poseen conocimientos o experiencia en determinado ámbito.
Casos de intervención del perito judicial cinológico: custodia de los perros en divorcios o separaciones, fraudes en la venta de perros tanto en tiendas especializadas como en criaderos, conflictos y problemas vecinales, maltrato animal, fraudes en adiestramiento canino o modificación de conductas, agresiones entre perros o a personas, daños de cualquier tipo provocados por perros, asesoramiento cinológico y un largo etcétera.
Ruth González Liria
elperrofelizderuthgonzalez.blogspot.com.es