Hace un año que irrumpió en nuestras vidas el coronavirus, alterando profundamente nuestra salud, nuestras costumbres y nuestra economía. Es el momento de revisar la gestión sanitaria que se ha hecho de la pandemia por parte de la Comunidad de Madrid.
¿CUALES HAN SIDO LAS PRIORIDADES?
La Presidenta de la Comunidad, Sra Diaz Ayudo, y su equipo de Gobierno, han optado en todo momento por la falsa elección entre “salvar la economía” y “salvar la salud”. Esta elección no existe: solo salvaremos la economía si se salva en primer lugar la salud, como ya han demostrado reiteradamente los expertos económicos.
Partíamos de un sistema sanitario en situación muy precaria por los sucesivos recortes. Madrid, que es una Comunidad con muchos recursos, está entre las que menos invierten en profesionales y centros sanitarios públicos. Tenemos un menor porcentaje de camas hospitalarias públicas respecto a otras Comunidades y un menor porcentaje también de profesionales en Atención Primaria. ¿A dónde van los presupuestos sanitarios? Pues a financiar centros de gestión privada, o a construir una estructura tan discutida e infrautilizada como el Hospital Zendal.
¿QUÉ MEDIDAS SE HAN TOMADO EN MADRID PARA CONTENER LA PANDEMIA?
Necesitamos información veraz, y no discursos retóricos en los medios sobre “las ventajas de ser más libres en Madrid”. Veamos los datos reales:
Madrid tiene hasta ahora la mayor tasa de casos confirmados en España (8,897/100.000), en total 600.316 personas . Han fallecido un 43% más personas en 2020 de las que habían muerto en Madrid en 2019, sobre todo por el grave impacto en las Residencias de Mayores, también en esto, a la cabeza en España. Un tercio de las muertes en Residencias españolas se han producido en Madrid. A fecha de junio de 2020, en la Comunidad de Madrid, el 18% de los residentes había muerto a causa de la Covid-19, según la información comunicada al Ministerio de Asuntos Sociales. El segundo lugar de esta lista lamentable lo ocupa Cataluña, con un 9% de fallecidos.
El personal sanitario está exhausto por la sobrecarga asistencial, y han sufrido numerosos casos de infección (incluso muertes). No se ha contratado apenas personal de refuerzo. Tenemos Centros de Salud en los que no hay médicos en alguno de los turnos. La ocupación de camas hospitalarias y de las UCI por COVID es la más alta de España de forma continuada, y también ahora, lo que nos coloca en una mayor situación de riesgo si se produce una cuarta ola.
La detección de casos ha sido muy deficiente durante muchos meses. No se han contratado rastreadores, no se llega al mínimo necesario de 30 /100.000 habitantes, aunque era y es posible aumentar esa contratación. No se considera importante invertir en esto. Sin embargo, se han gastado miles de euros en realizar test masivos a población de bajo riesgo, medida contraindicada por los expertos, ya que no aporta apenas nuevos casos. Mientras tanto, en septiembre 2020, en plena segunda ola, se dejaron de hacer test en los Centros de Salud a los contactos estrechos no convivientes asintomáticos, lo que aumentó lógicamente la transmisión de la infección.
La “gran idea” de la Comunidad de Madrid, consistente en aislar Zonas Básicas, ha sido considerada inefectiva por parte de todos los expertos, al ser imposible limitar los movimientos de la población entre zonas. A ello se suman las aglomeraciones en los transportes y la tolerancia a las reuniones en los espacios cerrados hosteleros, en contraste con las medidas asumidas en otras Comunidades. Todo ello nos ha llevado a donde estamos: ser campeones en contagios y muertos, muy lejos de la libertad que se pregona.
Es muy importante aclarar que esta deficiente gestión no ha servido para mejorar la economía de la ciudadanía madrileña, al contrario de lo que se decía perseguir. El desplome del PIB es similar a la media nacional, y es la tercera Comunidad Autónoma con mayor número de parados. Madrid ha sido la última Comunidad en planificar ayudas a los pequeños empresarios, aunque ahora, y ya en campaña pre-electoral, se ha hecho una promesa precipitada de ofertar ayudas. Eso sí, en estos meses se han beneficiado sectores muy concretos: las constructoras del Zendal o las empresas que han vendido los tests innecesarios, por ejemplo.
LA VACUNACIÓN, UNA GESTIÓN ERRÁTICA
Hay que decir, en primer lugar, que la vacunación contra el coronavirus depende fundamentalmente de los irregulares suministros de vacunas por parte de las compañías farmacéuticas. Pero además, la organización por parte de la Comunidad de la Madrid está siendo muy problemática:
- No se ha planificado la campaña tomando como base los Centros de Salud, que han demostrado sobradamente su capacidad y eficacia siempre en otras campañas de vacunación. Se ha preferido hacer contratos con entidades privadas, con un coste elevado, en vez de reforzar a los profesionales de enfermería del sector público, para vacunar en dobles turnos y en fines de semana.
- La información a los Centros de Salud llega a menudo antes por las noticias de los medios que por los propios gestores. Las listas de personas a vacunar llegan de forma muy precipitada, lo que dificulta mucho el proceso de citas. Y en estas listas hay personas fallecidas, o desplazadas a otras zonas, y no están los mutualistas. Solo se ha permitido vacunar en el turno de tarde, desaprovechando capacidad del turno de mañana. Se retrasa la vacunación a los pacientes dependientes que están en domicilio, que en ocasiones han preferido ser transportados con dificultad al Centro de Salud para conseguir ser vacunados. Y los mutualistas, al Hospital Zendal en taxi, a pesar de tener muy cercano su Centro de Salud. ¿Dónde está el sentido común en esta falta de planificación?
La población general está muy desinformada sobre cuándo será vacunada, lo que genera gran ansiedad e incertidumbre. A estas fechas, se prevé un retraso en el proceso de vacunación, sujeto a las entregas de vacunas por la industria, pero también sin noticia hasta hoy de cómo se pretende abordar por la Consejería de Sanidad la campaña en primavera y verano para los siguientes grupos establecidos. Previsiblemente se va a implementar con la intervención de recursos privados, en vez de centrarse en fortalecer el sistema sanitario público.
LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA GESTIÓN DE LA PANDEMIA ES ESENCIAL
El balance de la actuación del Gobierno de la Comunidad de Madrid ante la pandemia COVID19 es claramente muy negativo: estamos peor que otras Comunidades en cuanto a contagios y exceso de muertes, y no se ha mejorado la economía. Se ha debilitado aún más el sistema sanitario público y se han enriquecido determinadas empresas privadas. Y la campaña de vacunación no está adecuadamente planificada ni basada en los recursos públicos disponibles.
Necesitamos promover un cambio en profundidad en las estructuras responsables de esta mala gestión. Hemos de conocer y analizar los datos reales de lo que está ocurriendo hoy en Madrid, sin dejar que nos engañen con falsas promesas ni informaciones tergiversadas. Pidamos responsabilidades , defendamos nuestro sistema sanitario y a nuestros profesionales. Exijamos conocer la distribución de nuestros recursos: seguimos esperando que el actual Gobierno de la Comunidad de Madrid explique en qué ha invertido el dinero que el Gobierno Central le traspasó hace meses a fondo perdido para Sanidad y Educación. Nos merecemos un cambio en la política sanitaria…
CONSEJO DE SALUD DE CARABANCHEL
Marzo 2021
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