Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recuperan el eslogan “Antibióticos: tómatelos en serio” en una nueva campaña frente a la resistencia a los antibióticos. La campaña ha sido desarrollada como parte de las acciones del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), promovido por los Ministerios de Sanidad y Agricultura y coordinado por la AEMPS, con el objetivo de concienciar a los ciudadanos sobre los riesgos asociados al uso imprudente de estos medicamentos en personas y animales.
Para tomar conciencia sobre la importancia del uso adecuado de estos medicamentos y poner en marcha acciones que contribuyan a frenar la resistencia, se inició en 2014 el PRAN, promovido por el Ministerio de Sanidad junto con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y coordinado por la AEMPS con la participación de todas las comunidades autónomas y nueve ministerios (Sanidad, Agricultura, Economía, Interior, Defensa, Educación, Ciencias, Universidades y Transición Ecológica).
El mensaje principal de esta campaña se centra en alertar sobre el riesgo para la salud de todos que supone el uso incorrecto de los antibióticos, uno de los principales motivos por los que se desarrollan y propagan las bacterias resistentes, y el peligro que representa su autoconsumo, un comportamiento que contribuye al desarrollo de bacterias resistentes y compromete gravemente la eficacia de los antibióticos en el tratamiento de las infecciones de origen bacteriano.
La campaña se ha difundido del 8 al 21 de noviembre con un anuncio de televisión emitido en cadenas nacionales y autonómicas, así como en redes sociales, con un presupuesto aproximado de 500.000 euros. La difusión de esta campaña es una de las actividades programadas en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra cada 18 de noviembre, y la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, del 18 al 24 de noviembre.
Esta campaña de 2021 ha utilizado un guion de tono humorístico que vuelve a subrayar que el uso de antibióticos frente a infecciones que no son de origen bacteriano constituye un comportamiento erróneo, que puede provocar el desarrollo de resistencia y comprometer, por tanto, la eficacia de estos medicamentos en futuros tratamientos. Así, se ha destacado que los antibióticos solo tratan infecciones bacterianas, no alivian el dolor ni la fiebre y deben utilizarse siempre bajo prescripción médica o veterinaria.
Resistencia a los antibióticos: un riesgo para la salud de todos
La resistencia a los antibióticos es la capacidad de las bacterias de evitar la acción de uno o varios de estos medicamentos, y constituye uno de los mayores retos globales de la medicina moderna. Las bacterias se han vuelto resistentes como consecuencia del uso inadecuado o incorrecto de los antibióticos, que incluye comportamientos como su autoconsumo sin la receta de un médico o la utilización de los sobrantes para tratar infecciones por virus como la gripe o el resfriado.
Cada año, 33.000 personas mueren en toda Europa como consecuencia de infecciones hospitalarias causadas por bacterias resistentes, y de acuerdo con los últimos datos 4.000 de esas muertes se registran en España, cuatro veces más que las provocadas por accidentes de tráfico. Además este problema genera un gasto sanitario adicional de unos 2.000 millones de euros en la Unión Europea.
El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades ha señalado que “las resistencias bacterianas a los antibióticos están aumentando y nos encontramos ante la posibilidad de un futuro sin medicamentos efectivos para tratar infecciones bacterianas, del que todos somos responsables, por lo que hay que asumir acciones simples y concretas en nuestra vida profesional o personal”.
De todas formas, el conocimiento general de este problema ha mejorado en los últimos años. Según el último Eurobarómetro de la Comisión Europea, el porcentaje de españoles que piensa equivocadamente que los antibióticos curan el resfriado ha bajado del 45% (2016) al 36% (2018), uno de los mayores descensos registrados en la Unión Europea. Sin embargo, se mantiene en el 5% el porcentaje de españoles que reconoce automedicarse con antibióticos.
Si seguimos consumiendo antibióticos al ritmo actual, Europa podría sufrir un retroceso a la era anterior a ellos, cuando una infección bacteriana normal y corriente como una neumonía podía suponer la muerte del paciente. Todos somos, por tanto, responsables de este problema y todos podemos contribuir también a la solución.
Contribuyamos todos para que los antibióticos sigan funcionando
- Recuerda que usarlos incorrectamente representa un riesgo para la salud de todos. El uso inadecuado de los antibióticos en personas y animales puede hacer que las bacterias se vuelvan resistentes a futuros tratamientos.
- Toma antibióticos solo cuando te los recete el médico. Sigue siempre sus recomendaciones sobre cuándo, cómo y durante cuánto tiempo debes usarlos. Completa el tratamiento prescrito y, si te sobran, no los guardes ni los compartas con otras personas.
- No olvides que no son eficaces contra resfriados ni gripes. Los antibióticos solo son eficaces para combatir infecciones bacterianas, no curan infecciones causadas por virus. No son analgésicos y no alivian el dolor ni la fiebre.
- No guardes antibióticos en casa, así evitarás confusiones.
- Si te sobran antibióticos al finalizar el tratamiento, recíclalos en la farmacia, en el punto SIGRE.
- Nunca compartas los antibióticos sobrantes con otras personas.
- Nunca uses los antibióticos sobrantes de tratamientos anteriores.
- No compres antibióticos sin prescripción médica.
- Cumple correctamente las indicaciones de tu médico para favorecer el éxito del tratamiento.
- Es importante completar el tratamiento con antibióticos indicado por el médico y respetar las horas de toma, aunque sea incómodo.