Este jueves los vecinos de Carabanchel volvieron a salir a la calle para manifestarse en contra de la situación que vive el Centro de Salud de Abrantes
El jueves 18 de octubre los vecinos y vecinas de Carabanchel volvieron a movilizarse en defensa del Centro de Salud de Abrantes, su centro adscrito. Este ambulatorio continúa desamparado ante el Gobierno de Madrid y el colapso sanitario que vive la comunidad, y las repercusiones son numerosas. Carabanchel no se ha rendido y ha salido a la calle para movilizarse por la defensa de sus derechos cada jueves, desde hace un año. Los vecinos y vecinas de Carabanchel han logrado algunas mejoras en el Centro de Salud de Abrantes gracias a sus movilizaciones, y estas no se hubieran producido sin su lucha incansable cada jueves en sus calles. El ambulatorio ha logrado recuperar personal sanitario para su plantilla, y actualmente disponen de cinco médicos por la mañana y tres por la tarde, cuando al inicio de las protestas no había médicos de familia en el centro de salud. Pero este número de facultativos varía día a día, sumado a que el ambulatorio disponía de 16 profesionales antes de la pandemia, y ahora ha perdido más de un tercio. Los números continúan siendo preocupantes y Carabanchel sufre las consecuencias, pero estas pequeñas mejoras se han logrado gracias a sus vecinos y vecinas, que se enorgullecen de sus logros, aunque saben que no son suficientes.
Asimismo, hay que destacar que son muchos los centros de salud de Madrid los que se han sumado a estas reivindicaciones, diversos colectivos sanitarios y sindicatos son conscientes del problema, y las movilizaciones están presentes en muchos puntos de la ciudad. Este sábado, decenas de médicos se manifestaron ante la puertas de la presidencia de la comunidad para denunciar lo que ellos han definido como un ‘’maltrato médico’’. La protesta viene motivada por el maltrato que reciben las condiciones laborales de estos sanitarios, las bajas laborales sin cubrir en los centros de salud, y la falta de recursos materiales y humanos, que supone la negación del derecho a la Atención Primaria de los madrileños. Además de esta manifestación, que por supuesto no ha sido la única, los sindicatos de la mesa sectorial de sanidad SATSE, CCOO, AMYTS, CSIT-UNION PROFESIONAL y UGT, han convocado a todos los sanitarios, trabajadores y usuarios de la Sanidad Madrileña para hacer llegar sus preocupaciones al gobierno de la comunidad. Se han planificado una serie de convocatorias para los próximos dos meses que consistirán en varios actos reivindicativos para hacer llegar al gobierno lo que precisa Madrid para que su sanidad pública funcione correctamente. En la convocatoria los sindicatos afirman que estas congregaciones ‘’serán el comienzo de una escalada de actos reivindicativos que irán in crescendo si se mantiene la postura inflexible de nuestro gobierno, que se niega a entender que con nuestra salud no se juega y que llegaremos hasta el final para defenderla’’
Se está produciendo una reacción en los colectivos sanitarios y los sindicatos, que son conscientes del maltrato sistemático que recibe la profesión médica y que, por consiguiente, repercute en los derechos de los madrileños. Ciudadanos y trabajadores se unen para reivindicar una sanidad pública de calidad y persiguen que el Gobierno de la Comunidad de Madrid escuche sus propuestas, pues son los profesionales los que conocen lo necesario para mejorar la situación. Los barrios se han levantado, Madrid y sus ciudadanos son los únicos que podrán solucionar sus problemas, pues gracias a las movilizaciones, sus propuestas pueden llegar hasta la Consejería de Sanidad, la cual debe dar respuestas y soluciones a los problemas de los madrileños. Porque se trata de un derecho, un derecho constitucional que es de obligado cumplimiento, el derecho a una sanidad pública de calidad. Carabanchel no se rinde, los barrios luchan, Madrid poco a poco se levanta.
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