A Voces de Carabanchel se ha desplazado al distrito de Usera para conocer de primera mano un centro único en España y en Europa, el Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados. Este centro nació el 1 de julio de este mismo año y se puso en marcha gracias a un convenio de colaboración entre la Junta Municipal de Usera y la asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC), encargada esta última de su gestión. Cuenta con un presupuesto de 200.000 euros con cargo al Fondo de Reequilibrio Territorial (FRT) y la autorización de uso de un espacio en la calle Doctor Tolosa Latour.
Este espacio está compuesto de dos salas polivalentes, sala informática, despachos para la atención psicológica y legal, aseos, cocina y zona de descanso. Nada más entrar, encontramos despachos, grandes salas diáfanas y blancas y cartelería reivindicativa. El espacio trasmite paz, algo absolutamente necesario en la vida de las Trabajadoras del hogar, un colectivo maltratado y olvidado por las instituciones.
El Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados fue impulsado por el Ayuntamiento de Madrid, concretamente por la junta de Distrito de Usera. Cuentan con un convenio de cuatro años para la cesión del local y financiero hasta el 31 de diembre de este mismo año. Desde el centro temen que el nuevo Ayuntamiento decida eliminar esta fuente de financiación y luchan para poder continuar con este proyecto, presentando al nuevo equipo de gobierno el papel fundamental que juegan en la vida de las trabajadoras del hogar y cuidados.
Desde este centro se prestan basicamente tres servicios. Asesoría legal, laboral y psicológica de la mano de profesionales, psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales. La asesoría legal trabaja en derechos laboral y en matería de extranjería, ya que la mayoría de trabajadoras domésticas son extranjeras. La asesoría laboral pretende dotar de herramientas a las mujeres para que pueden buscar mejores empleos. “Muchas mujeres llegan a este centro con un desinformación absoluta por lo que no solo nos centramos en el ámbito laboral muchas veces tienen una función de integración y de primera acogida de personas sin papeles” explica la coordinadora del centro. En apenas dos meses de vida, se han atendido a 200 personas en uno o más de estos servicios.
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En estos dos meses de vida, uno de los recursos más demandados ha sido el psicológico debido al encierro vital que en numerosas ocasiones supone su trabajo. Esta es una de las reivindicaciones laborales del Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados, la eliminación del régimen interno. “Es una forma de esclavitud moderna” nos explica la coordinadora del centro. Las trabajadoras del hogar internas son las primeras que se levantan para hacer el desayuno, preparar a los niños, llevarles al cole, limpiar la casa, hacer la comida, recoger a los niños, darles de comer. Hasta las 10 no pueden irse a su cama. No tienen vida propia, un espacio de ocio ni de descanso fuera de su lugar de trabajo. “Ya salí de la cárcel” celebran muchas de ellas cuando llega el fin de semana. Este centro se hace fundamental en las vidas de estas mujeres. Un lugar donde pueden hacer actividades, compartir su tiempo con otras mujeres o simplemente hablar de otra cosa que no sea su trabajo y desconectar.
Es habitual que los empleadores coticen por menos horas para no pagar lo que deberían a las trabajadoras. Esto se traduce, por supuesto, en una pensión menor. Desde el Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados pretenden concienciar a los empleadores. Una empleada bien pagada, bien tratada va a trabajar mejor. “Dentro del empleo del hogar encontramos abusos, tocamientos, maltrato físico”. La ausencia de una inspección de trabajo efectiva debido al principio de inviolabilidad del hogar familiar posibilita estas situaciones.
Este centro, único en España, no solo atiende a mujeres de Usera. Ni siquiera solo a mujeres de Madrid. Llegan o llaman mujeres de Segovia, Cáceres, Palma de Mallorca. No hay nada tan especializado como esto en ningun punto de Europa. Por eso mismo, el Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados va luchar hasta el final para conseguir la continuidad de este proyecto.
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