ALINEACIÓN CARABANCHEL: Adrián; Tapia, Jaime, Ángel, Juanan; Juan Carlos, Nico, Valli, Barroso, Viti; y Goal.
Antes del comienzo del encuentro Alex Muñoz, defensa central del primer equipo la pasada temporada que este año colgó las botas por motivos profesionales, realizó el saque de honor.
Dícese del ser humano que tiende a procrastinar, o lo que es lo mismo, dejarlo todo para el último momento. Los aficionados que hoy apuraron demasiado y llegaron una vez iniciado el encuentro se perdieron gran parte del interés que sucedió en el mismo. Y es que incluso entre los espectadores que estaban ya presentes en sus localidades con el pitido inicial, algunos se perdieron el tempranero gol visitante en el primer minuto, ya que aún era tiempo de actualizarse entre amigos y conocidos tras el paso del verano y unas merecidas vacaciones.
El gol del ex-carabanchelero Diego Rodriguez hacía pensar que la temporada arrancaba con un partido trepidante, rememorando algún otro enfrentamiento reciente en mismo lugar y con mismos contendientes (terminando aquel con resultado 5-6 en la temporada 2012/2013). Pero esto solo fue un espejismo, porque poco más hubo que contar en la primera mitad más que el Trival con el marcador a favor fue claro dominador del juego en parcelas clave del campo. Por su parte el Carabanchel también tendría su minuto de protagonismo en la primera parte, el último precisamente, en el que Nico estrellaba en el larguero un tremendo zapatazo desde fuera del área. Con el resultado con el que prácticamente se salió de los vestuarios, se volvía a los mismos para el tiempo de descanso.
En la segunda parte la parroquia esperaba la típica reacción local de inicio que tratara de meter atrás a su rival, pero esta expectativa se fue disolviendo como un azucarillo con el paso de los minutos. Muestra de ello es que Otero pasó inédito y prácticamente inadvertido por La Mina, mientras que Adrián si que tuvo que intervenir en varias ocasiones para desbaratar las acciones de Miguel Ángel y Moha, éste último por partida doble.
A falta de cuarto de hora para el final tuvo lugar una acción que pudo haber cambiado el devenir del encuentro, ya que entre Rober y Raúl, hombres de refresco a los que había dado la alternativa Jesús Lucas, se fabricaron un tanto que el juez de línea consideró fuera de juego en última instancia. Al igual que los cambios del Cara tomaron protagonismo también lo hicieron los del Trival Valderas, ya que entre Borico y Esparza, que llevaban pocos minutos en el campo, cocinaron el segundo tanto visitante que a falta de sólo ocho minutos para el final parecía la sentencia. Algo que tampoco sucedió, ya que si de algo sabe el Carabanchel, equipo legendario y centenario, es de luchar hasta el final y no rendirse hasta exhalar el último aliento. Este esfuerzo tuvo su premio ya en el descuento, gracias a una gran internada de Valli en el área que ponía el balón en bandeja a Raúl para que batiera la meta de Otero ajustado al palo. Aún quedaban un par de minutos por disputarse y las opciones de empatar ahora eran reales, si bien en estas ocasiones el corazón juega más que la cabeza y no hubo tiempo para generar alguna oportunidad de haber rascado el primer punto de la temporada.
Lo que si se cumplió en la mañana de ayer fue la continuidad de la estadística que arrojan los últimos enfrentamientos del Carabanchel y Trival en La Mina. Y es que a los de Alcorcón se les da bastante bien jugar en terreno carabanchelero. En sus últimas cinco visitas al feudo blanquinegro contando la de hoy, siempre sacaron un resultado positivo para sus intereses, con 4 triunfos (3 de ellos consecutivos) y 1 empate. Estadística que cuando se enquista cuesta mucho revertir, y lamentablemente no fue la mañana de ayer la que rompiera este curioso capricho.
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