Los electrodomésticos que dan dolor de cabeza

Hace seis años hice la reforma de la cocina y compré los electrodomésticos que la componen. Uno de ellos fue un lavavajillas. Pasados dos años de su compra se me presentó una avería, y la solución estuvo sobre la garantía de dos años.

Ahora que ya pasaron seis años se me presentó otra avería, esta vez que el lavavajillas tenía fallos en la parte electrónica de la programación del lavado. Llamé a la casa del electrodoméstico, y con solo enviarme a un técnico a revisar qué es lo que tendría el lavavajillas me cobraban 60 euros. El técnico lo examinó cuidadosamente y con paciencia, y al ver que no respondía como debiera, me sugirió dos soluciones: repararlo, que costaría 250 euros, o comprar otro lavavajillas.

Me quedé perpleja al escuchar esas soluciones, ya que estoy con una sensibilidad de cuidar los electrodomésticos y no generar basura, soy ecologista, y no comparto este tipo de sistema que vivimos de comprar y tirar las cosas. Siento que es un abuso al bolsillo de un trabajador mileurista, que no llegamos a fin de mes, y con gastos imprevistos por un lavavajillas.

 

Carmen Ticona Quispe