Es Carabanchel, 7 de la tarde de un frió diciembre, y dentro del periodo de la navidad, en Camino Viejo de Leganés y sus calles adyacentes hay una oscuridad muy grave. El alumbrado público no funciona prácticamente desde su instalación. Pero lo que más nos llama la atención es la falta de alumbrado navideño. A diferencia de otros años, la oscuridad es total.
El espíritu navideño esta vez ha sido eliminado. Martín Labraca Alonso es un responsable de los comerciantes de la zona y sabe exactamente lo que pasa. Primero, la administración municipal corto la ayuda de 10 mil euros, y, los comerciantes dejaron de colaborar con los otros 10 mil. El alumbrado navideño cuesta unos 20 mil Euros.
A Voces de Carabanchel estuvo con él y nos comentó que los dueños de los negocios que colaboraban cada año con el alumbrado dejaron de hacerlo porque muchos de ellos se jubilaron y traspasaron sus negocios a extranjeros, y estos ya no tienen el espíritu asociacionista y no colaboran.
Detrás de esto se esconde un verdadero problema socioeconómico y cultural que conlleva serios problemas de percepción de la realidad y sus consecuencias son evidentes. Una de ellas es la falta de iluminación que deja al barrio en una situación de impotencia frente a otras calles que aun mantienen el espíritu navideño en alto.
La oscuridad tiene otros problemas. Inseguridad, accidentes, desorientación y otros tantos. Quien responde por esta grave situación.
A Camino Viejo de Leganés no llega el espíritu navideño.
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