Carabanchel en escena: el lado más personal de Marian Huélamo

Actriz, miembro de la Academia de las Artes Escénicas y fundadora de una de las escuelas de interpretación de referencia en Madrid, nuestro distrito la vio crecer personal y profesionalmente

Opañel fue el escenario de la infancia/adolescencia de esta actriz, una mujer que irradia alegría y positivismo en cuanto la escuchas. Con un currículum interpretativo digno de actrices mucho más veteranas, la vida le llevó a estudiar Ciencias Políticas y de la Administración, pero su pasión era tan grande que desde muy joven el gusanillo de las artes escénicas entró en su alma y hasta ahora sigue en ella.

La vida quiso darle un revés “cinematográfico” que le apartó temporalmente de su camino artístico, pero supo recomponerse y, aparte de una prolífica carrera, tiene entre muchos de sus logros ser miembro de la Academia de las Artes Escénicas y desde 2013 fundadora de una de las escuelas de interpretación de referencia en Madrid.

Esta entrevista pretende bucear en los rincones de su memoria y desempolvar esos recuerdos que la unen al barrio. Un barrio que la acompañó en sus deseos y anhelos en el mundo de la interpretación y que hoy en día puede decir con orgullo que vive de ello (algo bastante difícil de conseguir en este mundillo). Esperamos que los lectores disfruten de esta entrevista y descubran este gran talento artístico que nuestro querido Carabanchel ha visto crecer. Os damos la bienvenida al lado más personal de Marian Huélamo.

●●● ¿Qué recuerdos de tu infancia en Carabanchel te han acompañado a lo largo de tu carrera en las artes escénicas?

Mis recuerdos de la infancia en Carabanchel siempre me han acompañado en mi carrera artística. Empecé en el mundo del teatro gracias a mi colegio; era de monjas y se llamaba San Vicente de Paúl. Tenía una profesora que era directora de teatro y además nuestra tutora, y muchas veces en lugar de los exámenes lo que hacíamos eran obras de teatro, de historia, literatura… y la verdad es que era una manera de aprender maravillosa.

Cuando yo estaba en séptimo de EGB  nos invitó a ver el grupo de teatro que ella dirigía. Fuimos a verlo y eso no se me olvidará nunca. Vimos la obra Los árboles mueren de pie de Alejandro Casona… ¡me gustó tanto lo que vi! Recuerdo además el olor del teatro, ese olor característico que a mí me enganchó. Desde ese momento yo sabía que me quería dedicar a eso. Así que cuando ya empecé el instituto entré en el grupo de teatro de mi profesora, que estaba en la plaza San Vicente de Paúl, el grupo se llamaba Jacaranda. Estuve muchísimo tiempo en ese grupo de teatro (unos 17 años). Así que imagínate, toda mi primera etapa está vinculada a Carabanchel. 

Por cierto, mi profesora se llamaba sor María y la quiero un montón, la tengo muchísimo cariño. De hecho, tenemos un grupo de WhatsApp donde seguimos todos y hablo regularmente con ella, manteniendo el contacto. 

●●● ¿Pudiste disfrutar en tu infancia de las salas de cine y/o teatro en Carabanchel?

Pues mira, había un cine que ahora ya no está y que se llamaba Cine Oporto, en la avenida de Oporto hacia abajo, casi pegado a Plaza Elíptica. Ahí fue la primera vez que fui al cine, me acuerdo perfectamente. Yo sola fui con mis amigas a ver una película de Hombres G, y antes de eso había ido también a ese cine, pero con mi hermana mayor, que me llevó a ver La historia interminable.

●●● Nos ha llamado la atención que estés licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración, algo totalmente contrario a tu faceta actoral…

En realidad quería estudiar Interpretación. Lo que pasó es que mis padres al principio no me apoyaron, me dijeron que tenía que estudiar otra cosa y que el tema de la interpretación fuese una opción B. Empecé queriendo estudiar Periodismo, pero no me dio la nota media y entonces me recomendaron estudiar Ciencias Políticas porque me dijeron que era una carrera bastante parecida a Periodismo. Y la verdad es que a mí me gustó mucho. Esos años para mí fueron muy guays.

El estudio de mi carrera lo compaginé con mis estudios de Interpretación a nivel profesional y pude sacarme las dos carreras. Iba a la facultad de Políticas, mis compis me dejaban los apuntes cuando tenía que ausentarme, y luego algunas tardes me iba a las clases de Interpretación. Así lo iba compaginando todo como podía y pude hacer las dos cosas prácticamente a la vez.

Lo curioso es que yo nunca he ejercido de politóloga, sin embargo ahora sí que vivo de la interpretación. Al final el plan B se convirtió en plan A, la vida es así de curiosa. Yo creo que, cuando tienes algo tan claro, si luchas y te preparas para ello al final lo consigues, de una u otra manera, pero lo consigues. 

●●● Como alguien que ha crecido en Carabanchel, ¿cómo sientes que tu entorno ha influido en tu desarrollo como actriz y directora?

Creo que el entorno siempre influye. ¿Y cómo me ha influido a mí Carabanchel? Como mi primer grupo de teatro era de Carabanchel, nosotros estábamos mucho tiempo en el barrio, es decir, salíamos del teatro e igual nos quedábamos hablando en un banco de la plaza de San Vicente de Paúl o nos íbamos a tomar algo a los bajos de Opañel, que están muy cerca. En realidad, yo he vivido mucho el barrio y además me gusta mucho. 

●●● A lo largo de tu carrera has enfrentado muchos desafíos. ¿Puedes compartir un momento difícil que hayas vivido y cómo te ayudó a crecer tanto personal como profesionalmente?

Sí, sí ha habido muchos desafíos y muchos momentos muy difíciles, muchos. Pero el que más me marcó creo que fue cuando estaba estudiando Interpretación e hicimos una muestra a final de curso, vino una persona bastante importante a vernos y le gustó mi trabajo como actriz. Me dijo que me iba a meter en una serie que en ese momento estaba empezando (ha durado años y años), que iba a contar conmigo y que me llamaría. Imagínate las ilusiones que me hice: se lo dije a mi madre y estaba supercontenta, fue increíble.

Esa llamada nunca llegó, y para colmo al año siguiente yo seguía en la misma escuela y esa persona volvió para vernos y me dijo lo mismo. Entonces le contesté que no podía decírmelo otra vez, que el año anterior me había creado muchas ilusiones y que lo pasé muy mal cuando no me llamaron. Esta persona insistió en que esta vez sí iban a llamarme y por segunda vez pasó el tiempo y no me llamaron.

Eso me frustró muchísimo y dejé el mundo de la interpretación. Estuve una temporada sin hacer nada y muy desilusionada. Luego volví, igual al año o los dos años, tardé bastante. Volví porque me dije a mí misma que era mi forma de vida, lo que me gustaba y era mi pasión, pero volvía sabiendo que nunca más iba a sufrir. Iba a disfrutar de todo lo que me viniera, sin expectativas, hasta donde me quiera llevar la profesión, sin crearme malos rollos. A partir de ese momento (año 2008) volví a una compañía de Tres Cantos, porque en ese momento ya no vivía en Carabanchel, y regresé con esa filosofía, que es la que tengo actualmente.

La verdad es que no me ha ido mal: conseguí muchas cosas, he fundado una escuela, he salido en series, he hecho cine, teatro y estoy contenta. Pero es verdad que esa experiencia me ayudó a relativizar e intentar disfrutar de lo que me dé la profesión sin expectativas.

●●● Fundaste una escuela de artes escénicas, ¿qué significa para ti poder ofrecer un espacio de formación y cómo crees que esto puede impactar a las nuevas generaciones?

Fundé Expresando en el año 2013 y para mí era un sueño. Me gusta muchísimo la enseñanza, y si ya enseñas algo que es tu pasión, es perfecto. Es algo muy mágico, y lo que todo mi equipo y yo intentamos en la escuela es que las personas que estudien con nosotros sobre todo amen la profesión, se comprometan, sepan valorar lo que es ser actor y sepan que el camino es largo, que las inmediateces no existen en esta profesión: puede ocurrir, pero es muy raro, y que hay que trabajarlo. Y sobre todo también cuidarnos nosotros como personas, cuidar a los actores y cuidar a los alumnos. Intentamos dar una formación muy profesional, pero a la vez muy personalizada y desde luego con mucho calorcito. 

●●● ¿Qué es lo que más te emociona de ser parte del mundo del teatro y el cine?

Poder expresarme: para mí es una forma de manifestación del alma. Y esa manifestación yo puedo expresarla, sacar mi esencia, conectar con el personaje y que haya un público que lo esté recibiendo, en unas butacas de teatro o a nivel audiovisual. A mí eso me emociona muchísimo.

●●● ¿Hay alguna experiencia en particular que te haya hecho sentir que estás en el lugar correcto?

He tenido muchas, por ejemplo cuando termina una actuación y ves que el público está entusiasmado o cuando miras a tus compañeros a los ojos y ves esas caras de felicidad. También todo lo que se comparte con los compañeros de profesión, con los compañeros de escena, con los compañeros de set… todo eso me emociona y me hace sentir que estoy en el lugar correcto

También me hace sentir que estoy en el lugar correcto a nivel de escuela cuando veo los logros de los alumnos en las muestras de final de curso, la emoción de la gente y sus caras de felicidad.

●●● Como directora y productora, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a las nuevas generaciones de artistas que están comenzando su camino?

Paciencia, paciencia y calma, eso es lo que más. Veo que la gente muy joven tiene prisa, mucha prisa, quiere conseguirlo todo ya, no tiene paciencia; está acostumbrada al tema redes, que es todo muy inmediato, y en esta profesión no se trata de eso. Esta profesión es un camino de por vida, y hay que tener paciencia, hacer lo máximo que esté en nosotros, pero también saber esperar. Ten paciencia, fórmate bien, haz todo lo que esté en tu mano y ya está. Pero sobre todo que tengas en cuenta que hay un camino. Y que el camino no es de un mes ni de dos.

●●● En tu experiencia, ¿cómo crees que el arte puede ayudar a contar las historias de comunidades como la de Carabanchel? ¿Hay alguna obra o proyecto que hayas realizado que sientas que refleja esta conexión?

Es fundamental que el teatro además de entretener tenga una parte social importante. Mediante el teatro, el cine, los cortos o todo lo creativo se puede expresar mucho de las comunidades y se puede hablar de todo.  

Hace unos años estuve participando en una obra que se llamaba Historias de Barrio en la que se contaban historias del barrio de Hortaleza. Así que claro que sí, todo eso es muy importante. 

●●● Mirando hacia atrás en tu carrera, ¿hay algún momento o reconocimiento que te haya hecho sentir especialmente agradecida por el camino que has recorrido?

Dentro de la escuela también tenemos productora teatral y audiovisual, hemos recibido diferentes premios y cuando hemos tenido ese tipo de reconocimiento sienta bien. Pero sobre todo cuando hay reconocimiento por parte del alumnado es muy satisfactorio. Cuando nos dan las gracias o nos reconocen el trabajo que hemos hecho te da aliento para seguir, y te dice que algo estás haciendo bien. Ése es el mayor reconocimiento.

A nivel personal fue muy emocionante cuando me hicieron académica de las artes escénicas por el reconocimiento a mi trayectoria.

●●● ¿Cuáles son tus sueños y aspiraciones para el futuro? ¿Hay algún proyecto que te gustaría realizar en tu barrio natal?

Me gustaría que la escuela Expresando siguiera creciendo, formando actores para el futuro y haciendo las cosas bien.

Me gusta mucho dirigir teatro, pero también la dirección audiovisual me empieza a gustar muchísimo, por lo que por este lado me gustaría tener algún proyecto. Y respecto a mi barrio natal tampoco descarto volver a trabajar en Carabanchel. No descarto nada: todo lo que venga y que a mí me guste es bienvenido. 

A nivel actoral me gustaría mucho trabajar en una serie y tener un personaje, por ejemplo un secundario que tenga bastante continuidad, ya que es una experiencia que no he tenido, o hacer cine con un personaje que tenga bastante relevancia. En teatro sí que he vivido papeles protagonistas y me ha encantado, aunque es muchísima responsabilidad.

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​Fotos: Moisés Fdez. Acosta


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