Nos desplazamos a la calle Conde de Eleta, lugar donde se encuentra la actual sede de la Asociación de Vecinos Casco Antiguo de Carabanchel. Decimos actual porque la historia de esta asociación no comienza aquí. Hay que echar la vista atras en el tiempo y viajar hasta la década de los 70. Para ello, charlamos con Mili, una de los fundadoras de esta asociación y con Emiliano, antiguo presidente.
Para entender la importancia de este tipo de asociaciones es fundamental conocer el motivo de su creación. En la década de los 70, el Ayuntamiento de Madrid expropió cientos de viviendas situadas en la calle Eugenia de Montijo. ¿El motivo? Transformar y ampliar la conexión de General Ricardos y Eugenia de Montijo. Para ello, se arrasó con todo. Viviendas y comercios desaparecieron.
Mili, era una de estas vecinas que tras quedarse sin casa, lucho por permanecer en su barrio a toda costa. Mili no estaba sola. Eran muchos los vecinos y vecinas afectados. Por ese motivo, decidieron unirse y formar una Asociación de Vecinos. “Nos dijeron que si ibamos todos juntos nos harían más caso” explica Mili. En ese momento, nació la Asociación de Vecinos Casco Antiguo de Carabanchel con unos 300 vecinos involucrados.
Gracias al duro e intenso trabajo, estos vecinos lograron una alternativa habitacional en el barrio. Sin embargo, los problemas no acabaron aquí. Las expropiaciones se repetían y los vecinos acudían a la asociación pidiendo ayuda.
En estos años, la Asociación logró la concesión de un local, situado entre lo que hoy es el Centro de Servicios Sociales de Monseñor Oscar Romero y el Colegio La Milagrosa. Este local, pronto se convirtió en un lugar de encuentro entre los vecinos.
AÑOS 80: EL CENTRO CULTURAL MÁS IMPORTANTE DEL BARRIO
Años más tarde, la asociación siguió trabajando pero los problemas fueron cambiando. En los años 80, la Asociación de Vecinos ya se había convertido, posiblemente, en el centro cultural más importante de Carabanchel. Mila nos explica que “aquí se hacía cerámica, tapicería, arte y confección y muchos más talleres”. Emiliano cuenta que en aquella época no existía, como ahora, una red de centro culturales en el barrio. “La creación de todos los centros que conocemos hoy en día fue posterior”.
A día de hoy, la Asociación de Vecinos Casco Antiguo mantiene sus raíces culturales. En la actualidad, a pesar de la pandemia, se lleva a cabo el taller de pilates, el taller de cuero, y por supuesto, el taller de historia del arte que ha llegado a contar con más de 100 participantes.
AÑOS 90: ENCUENTRO VECINAL Y FIESTAS POPULARES
En los años 90, la Asociación de Vecinos logró la concesión de un edificio propiedad de la EMV, que años más tarde adquirió en propiedad. En estos años, muchos vecinos seguían involucrados en el proyecto, que tanto había ayudado al barrio. Entre todos, trabajaron muy duro para disfrutar del edificio que hoy conocemos.
La importancia de esta asociación era tan grande que incluso el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván asitió a la inauguración del nuevo edificio.
Durante esos años, la asociación organizaba meriendas para los más mayores y comidas entre los vecinos del barrio para conseguir fondos para la asociación. Con estos fondos, la asociación participaba en las cabalgata y carnavales, organizaban torneos deportivos y fiestas populares.
CONQUISTAS Y LUCHAS
A pesar de la popularidad de esta asociación, poco a poco, los socios se fueron marchando por diferentes causas. “Muchos de los antiguos socios ya han fallecido y otros se fueron desvinculando cuando sus reivindicaciones se lograron”. Mili explica que la asociación jamás ha parado de luchar por el bien del barrio. Seguro que muchos de nuestros vecinos y vecinas no conocen todas las reivindicaciones y logros que esta asociación de vecinos y todas las asociaciones de Madrid lograron durante los primeros años de la democracia y siguen logrando aún hoy en día.
Arrancamos con las expropiaciones de la calle Eugenia de Montijo, gracias al grandísimo trabajo de esta asociación, los vecinos y vecinas, lograron una alternativa habitacional en su barrio, Carabanchel.
Pocos sabrán que el espacio que hoy ocupa el Centro Deportivo Municipal La Mina, estuvo muy cerca de venderse a la EMV para construir más viviendas en el barrio. SIn embargo, los vecinos se plantaron. ¿Para qué que queremos más viviendas si no tenemos equipamientos? El barrio necesitaba un polideportivo, colegios, centros de salud y centros culturales. La Asociación de Vecinos presionó a la Junta Municipal de Carabanchel hasta lograr poco a poco, después de un intenso trabajo, que el barrio fuera un lugar más amable.
Actualmente, la Asociación de Vecinos continúa con sus reivindicaciones. Una de ellas, es la defensa de una Sanidad Pública de calidad, apoyando a sus trabajadores y liderando las movilizaciones ante el Centro de Salud de Fátima.
Y nunca dejaremos de luchar por los derechos que todo vecin@ de #Carabanchel debería tener pic.twitter.com/nCumC3Rr2G
— AV Casco Antiguo Carabanchel Bajo (@AVCarabanchel) October 8, 2020
Otras de las principales luchas de la Asociación en los últimos años es la apertura de la Finca Vista Alegre. Las A.V. Casco Antiguo de Carabanchel lleva años luchando, junto a otras entidades del distrito, para que este espacio histórico se abra al barrio. Tras mucho años de reivindicaciones, el pasado 1 de mayo, la Finca abrió sus puertas. Sin embargo, las asociaciones denunciaron que la Comunidad de Madrid incumplió todo lo prometido durante estos años.
Puedes leer su denunciar completa en este artículo:
En el mes de marzo de 2020, tras la declaración del Estado de Alarma y las duras restricciones, la asociación tuvo que echar el cierre y cancelar todas sus actividades programadas. Pero no se quedaron sentados. La Asociación Casco Antiguo y algunos de sus socios, como vecinos de Carabanchel se unieron al movimiento Ciudadanía Solidaria.
Ciudadanía Solidaria apareció en los momentos más duros y la asociación colaboró ofreciendo su ayuda en redes sociales, organizando recogidas de alimentos en el C. S. de Fátima y recogiendo donaciones de sus socios para comprar alimentos.
¿CHIRINGUITOS?
Preguntamos directamente a Mili y Emiliano:
¿Hace 40 años sería posible que un partido político y una parte de los vecinos arremetiera con tanta dureza contra las Asociaciones de Vecinos?
- Mili: No. Hace 40 años sería impensable. Es cierto, que había vecinos con mala uva. Pero eran pocos. Recuerda que durante los años más duros de la asociación, otros vecinos chismorreaban. Deja a sus hijos sin comer para ir allí, me decían. Yo les respondía que jamás dejé a mis hijos sin comer.
- Emiliano: La gente no entiende que nosotros con esto, no ganamos absolutamente nada. Es más, muchas veces tenemos que poner dinero de nuestro propio bolsillo. Nadie vive de las Asociaciones de Vecinos.
- Mili: Mucha gente no entiende como se puede hacer algo sin cobrar, sin recibir un beneficio económico. Como ellos jamás lo haría, no entienden que otros podamos hacerlo. Muchas veces tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo y sobre todo, renunciamos a una gran parte de nuestro tiempo, que es lo más valioso que existe en la vida.
- Emiliano: Esta situación se explica de una forma sencilla. Hace 40 años, Carabanchel era un desastre. Calles sin asfaltar, sin centros culturales, sin centros de salud. Poco a poco, gracias a la lucha de las asociaciones se fueron consiguiendo numerosos equipamientos en el barrio. La gente entendía que ese trabajo era necesario. Ahora, sin embargo, existe la percepción de que todo está hecho y que las asociaciones no son necesarias.
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