Hoy, 31 de octubre, a las 18:30, manifestación ante el Centro de Salud Abrantes
Este jueves 31 de octubre cambia la hora (adelantamos su inicio a las 18:30) de la manifestación en Carabanchel en defensa de la sanidad pública. Como esta protesta coincide con la fiesta de Halloween, llamamos al vecindario a acudir de negro y con velas blancas para visualizar el grave riesgo en el que están nuestros centros de salud y la sanidad pública madrileña.
Coincidiendo con la celebración eminentemente infantil y juvenil queremos denunciar la situación crítica en la que se encuentra la atención pediátrica en la Comunidad de Madrid. En total, y según los datos de la Asociación Española de Pediatría (AEPAP), más de 523.000 menores en el Estado español no tienen pediatra de Atención Primaria asignado, y casi la mitad, 281.000, son de Madrid. Y la mitad de ellos son bebés. En la Comunidad de Madrid, además, en numerosos casos, son médicos de cabecera y no pediatras quienes están atendiendo a nuestras hijas e hijos.
Niños y niñas que, privados y privadas del derecho a una atención continuada, solo pueden acudir al pediatra por atención urgente. Sin pediatra asignado quienes atienden a nuestros peques apenas los conocen. No pueden hacer seguimiento periódico ni revisiones. Se hace imposible la prevención y el diagnóstico de muchas enfermedades. Una mala atención pediátrica en la infancia puede suponer problemas para toda la vida: ¿qué sociedad trata así a sus niños y niñas?
En Carabanchel, la agónica situación de la pediatría también se hace notar. Por ejemplo en el centro de salud de Puerta Bonita, que hasta ahora no ha tenido excesivos problemas de falta de profesionales sanitarios, la jubilación de su pediatra y la falta de renovación del puesto ha dejado un ambulatorio que atiende un barrio de unas 16.000 personas sin atención pediátrica. En cuanto al Centro de Salud de Abrantes ya no hay servicio pediátrico estable por las tardes desde hace meses. Y situaciones similares se repiten en muchos de los centros de Carabanchel ante la falta generalizada de profesionales médicos para los y las más pequeñas. Ante esto, a la Administración de la Comunidad solo se le ha ocurrido concentrar, por las tardes, a un equipo de cinco pediatras en el centro de salud de Nuestra Señora de Fátima. Eso obliga a las familias de uno de los distritos más poblados y grandes de Madrid a peregrinar largas distancias para encontrar a un profesional disponible. Y en este caso solo para que atienda emergencias o consultas no demorables, ya que estos pediatras no ofrecen una atención continuada o regular a los y las peques del Distrito que no tienen asignados.
Pero la situación no parece mejorar. A finales del pasado septiembre se celebró el acto para que los médicos y médicas residentes recién formados de la Comunidad escogieran plaza en los centros de Atención Primaria. Ningún pediatra ha decidido quedarse en este nivel asistencial del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). De 45 plazas ofertadas solo acudieron tres de los y las pediatras recién formados pero finalmente ninguno de ellos eligió quedarse.
Los recortes en la sanidad pública madrileña están generalizando la llamada “ley de cuidados inversos”: “La disponibilidad de una buena atención médica tiende a variar inversamente a las necesidades de la población atendida. Esta ley se cumple más intensamente donde la atención médica está más expuesta a las fuerzas del mercado y menos donde dicha exposición es reducida”. O dicho de otro modo, hay una tendencia en los sistemas sanitarios a prestar peores servicios, tanto cualitativa como cuantitativamente, a los sectores sociales más desfavorecidos. Somos miles de usuarios y usuarias de la sanidad pública madrileña abandonadas por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Ésta es la injusta realidad de los barrios de clases trabajadoras y populares.
Por eso, desde hace ya cuatro años, cada jueves (menos en Navidades y en los momentos más calurosos del verano) cientos de vecinos y vecinas nos manifestamos con constancia y dignidad. Reclamamos que la Administración madrileña revierta el desmantelamiento de la sanidad pública y destine inmediatamente los recursos necesarios para recomponer la tan deteriorada Atención Primaria.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no solo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!