HISTORIAS DE CARABANCHEL. ‘Campanadas a medianoche’ en Carabanchel

El cineasta Orson Welles pasó un verano en Sevilla a los dieciocho años, apoyó la causa republicana durante la Guerra Civil y rodó las películas Mr. Arkadin, Una historia inmortal, Don Quijote, F for Fake y The other side of the wind en España. Sus restos descansan en una finca de Ronda, propiedad de su amigo el torero Antonio Ordóñez. Gran parte del rodaje de Falstaff, su película preferida y estrenada en España como Campanadas a medianoche en 1965, tuvo lugar en Carabanchel.

El rodaje se realizó en España de rebote, ya que iba a filmarse en Yugoslavia. Los productores desaparecieron y Welles se benefició de un cambio de legislación del cine español en 1963. En una increíble carambola, el abogado italiano de Welles conoció al productor y actor Espartaco Santoni, marido de Marujita Díaz, actriz cuyas películas producía Emiliano Piedra. El acuerdo con este productor fue rodar dos películas a la vez. Una daría prestigio (Campanadas a medianoche), y la otra beneficios (La isla del tesoro). El rodaje fue una locura. Comenzó en octubre de 1964 y las doce semanas previstas se convirtieron en seis meses. Durante el rodaje las visitas de Welles a la plaza de toros de Vista Alegre fueron frecuentes.

Las escenas de la taberna “La Cabeza del Jabalí” se rodaron en una nave de Carabanchel. Así contó el propio Emiliano Piedra cómo encontraron el lugar: “Los estudios eran caros y se necesitaban muchas semanas de alquiler. Un día me encontré con un amigo que tenía una nave por Carabanchel, cerca de la vieja plaza de toros. Me dijo que solo la utilizaba para guardar llantas de coches. Retiramos todo lo que allí había, le alquilé la nave y se la enseñé a Orson. La nave le pareció que tenía las dimensiones suficientes y cuando le dije que aquello nos costaría el diez por ciento de lo que representaría alquilar un estudio de cine, no se lo pensó: ‘Construye aquí la taberna’. Y ajustó sus dibujos a aquel espacio. Ya sabes que él hacía los planos, los figurines, las alzadas de la construcción, los zapatos, los gorros... Era un gran dibujante. Sobra decir que esa decisión de construir la taberna en aquella nave suponía renunciar no solo a todos los servicios y comodidades que llevaba aparejadas un estudio (iluminación, sonido, camerinos, salas de maquillaje...), sino también a las garantías técnicas que representaba. Pero no hay incomodidad ni cortapisa que empañe la gracia de ese laberinto entrañable, cálido y acogedor que se despliega en La Cabeza de Jabalí, obra del genio constructor de Welles; el refugio y obrador de Falstaff, el nido de su mundo.”

Tras ser construida la taberna, Orson Welles la vio demasiado limpia y organizó una fiesta para el equipo de rodaje, a los que ofreció, además de comida y vino, martillos, pintura y sopletes para estropearla. La nave de Carabanchel también fue el escenario de la posada del Almirante Benbow en la película La Isla del tesoro, estrenada en 1972. Hasta hace unos años la nave fue ocupada por un taller mecánico. Afortunadamente, aún sigue en pie en el número 5 de la calle Jesús Castellanos.


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