Las trabajadoras de casa provenientes de América Latina y de otras partes del mundo no
solamente cumplen el papel de empleadas del hogar, sino que tienen que hacer de niñeras,
psicólogas, cuidadoras de perros, aseadoras, cocineras, amas de llaves, confidentes y hasta
consejeras. Y sin embargo, no tienen hoy en España acceso a prestaciones por desempleo
como tampoco derechos a unas pensiones dignas.
Las trabajadoras de este sector tienen menos valor que una licuadora o una nevera, dijeron las
asistentes al evento, pues si uno de estos aparatos se daña, inmediatamente llaman al técnico
para repararlo; en cambio, si una trabajadora de hogar sufre una enfermedad, cualquier
quebranto de salud, no se le concede el tiempo y tampoco tiene médico para solucionar su
problema.
Las denuncias fueron hechas durante una reunión especial de las dirigentes del Centro de
Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar con el relator para la Pobreza y los Derechos
Humanos de la Organización de Naciones Unidas, ONU, Philip Alston.
Carolina Elías, coordinadora del Centro de Empoderamiento, denunció la falta de un programa
de riesgos laborales e hizo hincapié en que el abandono del gobierno a este importante sector
laboral ha llevado a la vulnerabilidad de sus derechos laborales y hasta a abusos sexuales.
Las trabajadoras del hogar reclamaron la aplicación y actualización del convenio 189 de la
Organización Internacional del Trabajo, OIT, que regula todos los derechos de los y las
trabajadoras del hogar en todo el mundo.
Edith Coronel, otra de las trabajadoras presentes en el evento, se mostró muy preocupada
pues ya cuenta con 72 años y no sabe si podrá acceder a una de las pensiones no retributivas
que ofrece el Estado y se muestra intranquila porque los requisitos exigidos son casi
inasumibles.
La voz unánime es reclamar al gobierno que asuma su responsabilidad y de vía libre al
reconocimiento de sus derechos y también, claro está, mantenga la ayuda para el
sostenimiento de su sede principal en donde se reúnen periódicamente y programan los
cursos de empoderamiento de las trabajadoras del hogar.
Philip Alston, Por su parte, se mostró muy preocupado por las denuncias de las trabajadoras
del hogar y se comprometió a llevar las denuncias a las más altas instancias del gobierno de
España para que se tomen las medidas necesarias.
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