Los modos de vida actuales nos llevan a vivir en un medio cada vez más complejo que requiere una gran capacidad de adaptación, algo que resulta más difícil a medida que nos hacemos mayores. La lentitud en los reflejos, la menor movilidad y la disminución de la agudeza visual y auditiva hacen que en edades avanzadas seamos más susceptibles de sufrir accidentes y que, en caso de que ocurran, las consecuencias sean de mayor gravedad.
El propósito de este artículo es dar a conocer estas situaciones y presentar una serie de recomendaciones dirigidas a prevenir los posibles accidentes.
Además de estas medidas preventivas, queremos señalar la importancia de que las personas mayores mantengan una buena forma física, incorporando en su vida cotidiana la práctica de actividad y ejercicio físico adaptados a su edad y sexo. Éste es un objetivo prioritario de salud, tanto para la prevención de accidentes como para lograr disfrutar de un “envejecimiento activo”, concepto divulgado por la OMS que persigue garantizar, en la medida de lo posible, las cuatro exigencias más valoradas por las personas mayores: la autonomía, la independencia, la calidad de vida y esperanza de vida sana o libre de discapacidades.
Los traumatismos y heridas por caídas, golpes y cortes son los accidentes más frecuentes en el hogar. A continuación se indican los lugares donde suelen producirse y las recomendaciones para tratar de evitarlos.
En la cocina:
- Procure no utilizar cuchillos demasiado afilados.
- Corte los alimentos sobre una tabla de cocina.
- Abra las latas en dirección contraria a las manos.
- Si la sartén arde, no echar nunca agua: tápela o retírela a un sitio aislado.
- Utilizar los fogones del fondo, es decir, los que más lejos quedan del borde de la cocina.
- Revise periódicamente los filtros de la campana de la cocina, ya que la grasa acumulada puede ocasionar incendios.
- Los suelos deben estar limpios y secos. Y a ser posible antideslizantes.
- Los muebles de cocina deben dejar espacios diáfanos. Es mejor que estén dispuestos en forma de L, lo que permite ir siempre apoyado en el recorrido por la estancia.
En el dormitorio:
- No se levante de la cama bruscamente. Permanezca sentado unos momentos antes de incorporarse.
- La altura de la cama debe adaptarse a las necesidades de cada cual.
- Una altura de entre 45 y 50 centímetros sería la más recomendable.
- Evite dejar objetos en medio, como zapatos, sillas o cables.
- La disposición de los muebles ha de permitir moverse con andador, bastón o muleta.
- Evite las alfombras o felpudos.
- Las mesillas de noche deben ser de fácil acceso y bien asentadas.
- La luz de las bombillas mejor que sea mate y las pantallas traslúcidas.
- Una luz suave o de penumbra puede ser útil para señalizar en caso de tener que levantarse por la noche.
En el baño:
- Es recomendable no cerrar la puerta con pestillo ni con seguro.
- Resulta más funcional el plato de ducha o sumidero que las bañeras.
- Coloque agarraderas, apropiadas para este uso, que le ayuden a incorporarse del inodoro. Ajustar su altura hace disminuir los esfuerzos al sentarse y levantarse.
- También son de ayuda los asideros para entrar y salir de la ducha o bañera.
- Resulta muy útil instalar banquetas de poliéster con ventosas de goma antideslizantes.
- Instale material antideslizante (alfombra o líquido adherente) dentro de la bañera o ducha. En la salida, coloque una alfombra antideslizante.
- Evite que se forme vapor en el baño con una buena ventilación, ya que un exceso de vapor puede causar mareos.
- Si tiene que utilizar un aparato eléctrico dentro del baño, hágalo llevando un calzado con suela de goma y evite que el ambiente esté muy húmedo.
- Evite ducharse con la estufa eléctrica encendida. Caliente la estancia previamente.
En las escaleras:
- Utilice pasamanos o la barandilla siempre que suba o baje escaleras.
- Encienda siempre la luz.
- Procure que la escalera y los descansillos estén siempre libres de objetos con los que pueda tropezar.
- Procure utilizar zapatos cómodos, bien ajustados y con suela de goma.
- En caso de tener que transportar bolsas con peso, si puede, pida ayuda para mantener al menos una mano libre.
- En la medida de lo posible, es preferible que los escalones tengan bandas protectoras antideslizantes en sus bordes.
Respecto a los suelos:
- Preferentemente instale suelos antideslizantes.
- Mantenga despejados los suelos de habitaciones y pasillos de objetos con los que pueda tropezar (tiestos, cables, adornos).
- Tenga mucho cuidado con las alfombras, sobre todo las pequeñas, porque frecuentemente dan origen de tropiezos. Deben ser antideslizantes o estar fijadas al suelo.
Si esto no es posible, retírelas. - No camine nunca calzado con calcetines o medias solamente, sin zapatillas.
- Evite pisar suelos resbaladizos.
- Los suelos no deben estar excesivamente pulidos y encerados, ya que puede resbalarse. Cuidado con los productos de limpieza (ceras y abrillantadores).
- Tenga cuidado con el vertido de agua o cualquier otro líquido.
Cómo actuar
En los casos de caídas:
- Si está solo y se puede incorporar, hágalo. Y si no, pida ayuda.
- Si hay golpe o hematomas, use hielo para evitar la inflamación.
- Si se llegaran a presentar heridas y tras ellas hemorragias:
- Taponar la herida, haciendo una fuerte presión sobre la misma.
- Si continuara el sangrado, llame a los servicios de urgencias.
Confiamos en que esta información sea de gran utilidad y contribuya a mejorar la salud de nuestros mayores. No obstante, no deben dejar de consultar al personal sanitario de su centro de salud para cualquier duda que surja en torno a las recomendaciones que aquí aparecen.
Recuerde disponer de:
- Una buena iluminación.
- Suelo antideslizante en el baño.
- Agarraderas en la ducha o la bañera.
- Detectores de humo y escapes de gas.
- Asideros para subir y bajar escaleras.
- Procure ir bien calzado.
- Disponer del servicio de teleasistencia le puede resultar muy útil si ocurre algún accidente en el hogar. Se puede informar en las oficinas de distrito del Ayuntamiento de Madrid o llamando al 010.