Roberto García Zurita, director del Centro de Salud 15 de Mayo
Roberto García Zurita es el director (en funciones) del Centro de Salud 15 de Mayo. Muy amablemente, Roberto ha atendido a las preguntas que le hemos hecho, y sus respuestas servirán para conocer un poco mejor quiénes son los que nos cuidan y con qué dificultades se encuentran. Le agradecemos su disposición, su franqueza y su buen talante para el diálogo. Esperamos que se quede mucho más tiempo en Carabanchel, y que tenga la oportunidad de implementar las mejoras que la Atención Primaria necesita en el barrio y que nos ha descrito en esta entrevista.
Roberto, gracias por atendernos… Para empezar, ¿cuáles son las funciones de un centro de salud?
El centro de salud tiene funciones de acompañamiento y asistencia a la salud de las personas, desde su nacimiento hasta todas las etapas de la vida. Desde la primera infancia al inicio de los anticonceptivos, de la planificación familiar a las demandas de salud generadas por las enfermedades crónicas, de prevención de enfermedades infecciosas como la tuberculosis a todas las patologías propias de la sociedad occidental, como el manejo del colesterol, la hipertensión, la diabetes y otras complicaciones que requieren seguimiento.
¿Cómo es vuestro día a día? ¿Trabajáis con un plan y tenéis autonomía para planificar vuestros objetivos?
Sí, tenemos una organización interna que depende de los turnos: en la Comunidad de Madrid tenemos turno de mañana y de tarde. Normalmente, antes de empezar la consulta el profesional, médico o enfermera revisamos, si tenemos tiempo, cómo va a ser la consulta, analizando las analíticas o los informes, y a continuación, en una situación normal, fuera de la epidemia COVID, empezamos la consulta, que es asistencial. Durante la epidemia ha cambiado este funcionamiento, y estamos funcionando sobre todo vía telefónica: la mayor parte de la actividad se está centrando en atención al teléfono, casi toda la jornada se centra en atención a la demanda de los pacientes.
¿Cuáles son los principales problemas de salud que tenemos en Carabanchel?
Carabanchel tiene unos determinantes sociales, unas condiciones de vida desde que nacemos hasta que envejecemos muy peculiares. Existen muchos factores de riesgo cardiovascular, por ejemplo hipercolesterolemia, diabetes… Estas condiciones podrían cambiar mejorando la alimentación o la actividad física. Pero faltan equipamientos deportivos cercanos, y muchas veces la falta de accesibilidad, la falta de tiempo, la situación de desempleo o la mala situación social general impiden que los pacientes saquen tiempo para acudir a este tipo de centros.
Como médico, ¿sientes que puedes ejercer todas las funciones para las que te has preparado?
Me está siendo francamente complicado en los últimos tiempos, porque no tengo capacidad de reacción frente a la demanda descomunal. Pienso que estamos teniendo falta de accesibilidad para las citas médicas y de enfermería. La vía de contacto es telefónica, y dado que las colas son largas, como hemos visto, pues tampoco considero que sea seguro para los pacientes acercarse más al centro de salud para pedirlas. Hace falta ampliar el número de líneas telefónicas y el personal de administración que las atiende.
¿Qué ha supuesto la pandemia de COVID en Carabanchel? ¿Cómo lo habéis vivido vosotros?
Ha sido en ocasiones dramático, sobre todo al principio de la epidemia, cuando la demanda fue excesiva y tuvimos que tomar decisiones muy difíciles. Los servicios de emergencia estaban colapsados, y tuvimos que dejar a gente en sus casas y manejarlos desde ellas. Hemos perdido, cada médico, a varios pacientes, y las situaciones familiares han sido difíciles, con duelos que se han vivido sin poder despedirse. No hemos podido prestar una atención del todo correcta por la falta de tiempo y la gran demanda. En nuestro centro de salud estamos ahora al cien por cien de la plantilla, pero hemos estado en situaciones en las que estábamos el 50 por ciento para atender toda la demanda.
¿Cómo ha afectado la COVID en la salud mental y cómo habéis respondido a este tema?
La salud mental se ha visto muy afectada durante la epidemia, tanto por las pérdidas familiares como por las pérdidas laborales y la desprotección a la que se han visto sometidas las familias. Al final eso genera demandas en salud mental que son atendidas por nosotros, que llegamos hasta donde podemos. No somos psicólogos, y no podemos remitir a los pacientes a unidades de salud mental, que cada vez son más escasas. Los equipos de psiquiatría por otra parte están especializados en la patología más infrecuente, la patología frecuente es remitida a Atención Primaria, con lo cual al final somos nosotros los que hacemos de sostén de la salud mental de los pacientes, y sinceramente nos hemos visto desbordados.
En plena pandemia parece que los centros de salud han tenido muchas carencias, sobre todo de personal. ¿Puedes darnos tu punto de vista?
Es correcto: estamos desbordados, hemos tenido bajas de compañeros, tanto de medicina como de enfermería, de la unidad administrativa y de auxiliares de enfermería, y no han sido cubiertas. Hemos tenido que cargar los compañeros con ese trabajo, con el riesgo añadido de la enfermedad infecciosa que estamos manejando. El miedo y la incertidumbre eran parte de nuestro trabajo diario, y lo siguen siendo.
Durante mucho tiempo parece que degradar a la sanidad pública ha sido un lugar común, pero ahora que conocemos mejor la realidad de muchos países que no aseguran la asistencia sanitaria pública se valora más… ¿Qué opinas al respecto?
Creo, como me enseñaron durante mi período de formación, y suscribo la Declaración de Alma-Ata (Kazajistán), donde la OMS y la UNICEF propusieron que la salud fuera un derecho universal y los programas de salud internacional se centraran en potenciar la atención primaria. La epidemia COVID ha demostrado que las políticas de salud pública deben ser mucho más potentes de lo que son, y se deben potenciar los sistemas de salud universales para la correcta atención de las personas y la protección y promoción de la salud.
En Carabanchel tenemos movilizaciones vecinales para evitar el vaciamiento de los centros de salud, ¿qué te parece esto?
Bueno, pienso que en la Comunidad de Madrid existe una falta de planificación a largo plazo, y esto repercute en el tipo de contrataciones que se hace a los profesionales sanitarios. Los contratos son cortos, y en muchas ocasiones los cambios de puestos de trabajo son rápidos e impiden una conciliación de la vida familiar y la planificación de la vida personal de los trabajadores. Esto hace que muchas personas decidan abandonar la Comunidad de Madrid hacia comunidades vecinas o incluso hacia otros países.
¿Cómo pueden los vecinos y vecinas colaborar con vosotros?
Siempre las iniciativas vecinales son interesantes, de hecho mi especialidad se llama “Medicina Familiar y Comunitaria”, y como tal creo que la parte comunitaria es muy importante. El paciente es el centro del sistema, y debería proponer las actividades que van a mejorar más su entorno. Estoy hablando de políticas de vacunación, cursos de prevención de enfermedades cardiovasculares, actividades de paseo… Todas estas actividades pueden ser propuestas por personal sanitario, pero nuestra organización es un poco rígida en ese sentido y no es capaz de implementarlas en los distintos barrios, y tampoco hay iniciativas que sean aplicables a toda la Comunidad de Madrid.
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