La alergia es la enfermedad con mayor velocidad de crecimiento en la sociedad moderna. En la actualidad, una de cada cuatro personas sufre enfermedades alérgicas en España, y se calcula que en el año 2040 en Europa un 40% de la población padecerá alguna alergia.
La rinitis vasomotora (Rino-conjuntivitis) y el asma bronquial son el conjunto de signos y síntomas que más afectan a la calidad de vida del paciente alérgico, por eso es imprescindible saber cómo actuar.
Qué es y como se produce
Es una reacción inmunológica exagerada producida en el organismo al entrar en contacto con sustancias que nuestro cuerpo etiqueta como agresivas (alérgenos), aunque sean inocuas. La primera vez que el cuerpo entra en contacto con esas sustancias se produce una sensibilización, comenzando la fabricación de anticuerpos contra esa sustancia. Cuando volvemos a entrar en contacto con ella es cuando se produce la reacción del cuerpo, con el ataque masivo de anticuerpos, que producen la liberación de determinadas sustancias, principalmente Histamina. A esta reacción se le denomina “reacción alérgica”.
Alérgenos más frecuentes
- Polen. Puede provocar rinitis vasomotora: con goteo, congestión y picor de nariz, estornudos, tos, conjuntivitis con picor y lagrimeo de ojos, irritación e inflamación. También asma bronquial: con inflamación de los bronquios, que disminuye el paso del aire y aparece fatiga respiratoria, disnea (respiración agitada y dificultosa), tos y pitidos respiratorios.
- Polvo. En realidad son los ácaros del polvo, minúsculos arácnidos que viven únicamente donde hay seres vivos y se alimentan de nuestras células muertas. Los encontramos principalmente en los colchones, cojines y sofás. Pueden producir los mismos síntomas que el polen.
- Animales. En realidad a la caspa de su pelo. Al inhalar la caspa se produce una reacción inflamatoria que provoca tos y asma.
- Moho. Por inhalación de sus esporas. También suelen producir tos y asma
- Alimentos como la leche, huevo, pescado, marisco, frutos secos, cereales y algunas frutas. Las alergias digestivas producen náuseas, vómitos y diarreas. También pueden producir sarpullido en la piel, problemas respiratorios y, en casos graves, pueden poner en peligro la vida.
- Medicamentos. Antiinflamatorios, antibióticos, contrastes yodados, anestésicos, etc., pueden provocar una reacción generalizada con alteración de la piel y picor, hipotensión y también provocar la muerte.
- Picaduras de insectos, sobre todo abejas y avispas, por el veneno que inyectan, que a las personas con alergia a dichas sustancias les provoca una reacción exagerada que puede producir la muerte.
- Parásitos, como el anisakis, muy frecuente en muchos pescados marinos. Suelen provocar síntomas digestivos, de la piel e inflamación de la garganta.
- Metales y sustancias químicas (níquel, látex). Provocan alteraciones de la piel, con inflamación, picor y rubor.
- Sol. En realidad suelen ser reacciones ante algún alérgeno que necesita la luz solar para provocar la sensibilización.
Como sé que tengo alergia
El diagnostico lo realiza el médico por la historia clínica y la exploración. Posteriormente el alergólogo nos puede realizar unos test cutáneos en función de nuestra sintomatología y la zona en la que vivimos, inoculando en la piel cantidades mínimas del alérgeno a estudiar, y se observa la reacción de la piel pasados unos minutos.
Otros métodos son la determinación de anticuerpos en sangre y las pruebas de provocación de la reacción alérgica.
Cómo la prevengo
La única manera realmente eficaz es no exponernos a los alérgenos que la producen. Esta acción casi nunca es posible, pero podemos tomar algunas medidas para disminuir nuestra exposición.
- Mantén las ventanas cerradas en las épocas de mayor polinización.
- Utiliza filtros especiales para purificar el aire de la casa.
- Cambia los filtros del aire acondicionado con frecuencia.
- Usa filtros de polen en el coche y cámbialos con frecuencia. No bajes las ventanillas.
- Intenta no realizar ejercicio ni trabajar en la calle entre las cinco y las diez de la mañana, ya que es la hora con mayor concentración de polen.
- No salgas al campo en primavera.
- Usa gafas de sol.
- No tengas animales domésticos. Si los tienes, evita tocar al animal y lávate las manos con frecuencia, no dejes entrar al animal en el dormitorio, lava con frecuencia al animal y sus “juguetes”.
- No tengas en tu domicilio alfombras, moquetas, peluches ni aquellos objetos decorativos en los que, por su difícil limpieza, se acumule el polvo. Si los tienes, aspira el polvo y lávalos con frecuencia; nunca utilices un cepillo para “mover” el polvo de sitio.
- No barras. Aspira el suelo y friégalo con frecuencia, utiliza aspiradores con filtro de agua.
- Vigila que las plantas no tengan hongos.
- Lava y cambia con frecuencia la ropa de cama, sobre todo la funda de la almohada. Utiliza fundas antiácaros para el colchón y la almohada, utiliza sustancias acaricidas que eliminan los ácaros.
- No utilices almohadas de plumas.
- No seques tu ropa al aire libre.
- Mantén lo más seco posible el cuarto de baño.
- Reduce al máximo la humedad de la casa, usa deshumidificadores si es preciso.
- Al limpiar el polvo utiliza un trapo húmedo y una mascarilla que proteja boca y nariz.
- Cuando consumas pescado, tenlo congelado al menos 48 horas antes y/o cocínalo a una temperatura superior a 60º unos cuatro o cinco minutos como mínimo.
Cómo se trata
Será tu médico, mediante la exploración y la historia clínica, el que diagnostique la alergia y prescriba los medicamentos que se deben utilizar y la dosis adecuada, teniendo en cuenta situaciones especiales como el embarazo o la lactancia materna. También tendrá en cuenta aquellos medicamentos que, recetados para otras enfermedades, pueden liberar histamina y agudizar los síntomas de alergia.
Los pacientes alérgicos deben evitar tomar AINES (antiinflamatorios no esteroideos), sobre todo el Ibuprofeno, por su capacidad para provocar ataques de asma.
En caso de crisis asmática se deben utilizar los inhaladores recetados por el médico y acudir a Urgencias para una valoración mas precisa. No intentes nunca tratar una alergia asmática sin haber acudido al médico: los remedios naturales no tienen la potencia suficiente para tratar las crisis asmáticas.
Los pacientes asmáticos deberían aprender técnicas y ejercicios respiratorios y de relajación. Con ellos los síntomas de las crisis son más llevaderos y controlables, pues la ansiedad producida por la sensación de falta de aire aumenta los síntomas.
Alimentos a evitar o moderar
Se facilita una lista de alimentos que contienen o liberan altas cantidades de histamina, lo que los convierte en poco o nada recomendables en la dieta de las personas alérgicas. Se debe evitar o, cuanto menos, moderar el consumo lo máximo posible de los siguientes productos: quesos fermentados, hígado de cerdo, carne de cerdo, alimentos enlatados, tomates y espinacas frescas, caviar, salmón, mariscos, arenques en escabeche, bebidas fermentadas, clara de huevo, fresas, piña, chocolate, vinos tintos...
Asimismo, son potencialmente productoras de alergia y con capacidad para provocar dolores de cabeza las dietas ricas en glutamato sódico, como la comida china. No ocurre lo mismo con la comida oriental, ya que está más elaborada.
Toda esta información, y más cosas, las puedes encontrar en el blog www.drcarloslillo.com
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