Los vecinos del Alto de San Isidro y de las calles de los alrededores estamos hartos de vivir en un estercolero. Pagamos impuestos como todos los habitantes de esta ciudad, pero en nuestro barrio no se limpia prácticamente nunca y no se recoge la basura lo que se debería. Los que mandan nos dicen que la culpa es nuestra porque, según ellos, somos un barrio complicado. Ésa es la excusa perfecta para tenernos abandonados. Calles que no han visto el agua en años, cubos rotos, ausencia total de barrenderos durante semanas... La lista es eterna.
Los que estamos a este lado del Manzanares merecemos vivir en unas condiciones mínimas de salubridad, pero desde el Ayuntamiento no piensan lo mismo. Y eso, más que una pena, es un auténtico insulto.