En la segunda mitad este año, a partir del 1 de julio y en paralelo a la 3ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, vamos a poner en marcha una macroconsulta mundial sobre el futuro que se quiere para el mundo en cuanto a relaciones internacionales.
Hoy en día se habla mucho de regeneración democrática, pero no deja de ser mucho más que un eufemismo, pues desde los partidos que van sucediéndose en el poder no se han puesto en marcha nuevos modos de participación para que la voluntad de los pueblos quede reflejada de forma más continua y real en las decisiones de los Gobiernos, dejando a la democracia representativa formal en un estado arcaico y anacrónico; prácticamente igual al que tenía ya en el siglo XIX, y que está en franca discordancia con las posibilidades que hoy en día nos ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación.
También se habla de otros usos de dichas tecnologías, como la inteligencia artificial, y que ésta, para evitar que sea peligrosa, debería alinearse con los valores y objetivos del ser humano. Esto nos lleva a una interesante encrucijada que nos aconseja definir precisamente cuáles son dichos objetivos y valores del ser humano a nivel global.
Pues si de voluntad general hablamos, estamos seguros de que el 90% de la población mundial estaría de acuerdo en que las primeras prioridades del ser humano como especie serían acabar con el hambre y las guerras, lo cual requiere mecanismos de captación y agregación de dicha voluntad general. Y si la voluntad política de los Gobiernos no coincide con esas prioridades y mandatos del pueblo, mayoritariamente pacíficos, es que algo hay que repensar sobre esas estructuras globales como Naciones Unidas (prácticamente inútil y desaparecida en los últimos conflictos bélicos) que
aconsejan su refundación.
Sin esa expresión de la voluntad mayoritariamente pacífica y no violenta de los pueblos, sin esa agregación organizativa de esas voluntades y prioridades, corremos el riesgo cierto de autodestrucción, miseria y empobrecimiento generalizado, cuando no de una degradación ecológica que cierre el futuro de las generaciones por venir. Quizá haya que empezar a denunciar la violencia como una enfermedad y denominar “enfermos patológicos” a quienes propician las guerras y se enriquecen con ellas.
La encuesta puede encontrarse en https://lab.consultaweb.org/WM y está compuesta de 16 preguntas, la mayoría de las cuales requieren solo expresar el grado de acuerdo con una frase. Se recoge finalmente el idioma en que se contestó la encuesta, la fecha de nacimiento de quien responde y su nacionalidad. Cuando hagáis la encuesta ayuda habilitar la opción de permitir la geolocalización para poder ofrecer datos geográficos globales.