Ricos o pobres el COVID-19 se seba con todos la pandemia no tiene exclusividad
En Madrid, por Sol, Plaza Mayor, o la Gran Vía se les ve, están con todas sus cosas, sus enseres más importantes y hasta acompañados de sus únicos compañeros un par de perros, cada una de estas personas lleva una historia a cuestas, van pidiendo ayuda y se desplazan sin rumbo alguno, su única casa son las calles, los portales de los edificios o los cajeros automáticos de las entidades bancarias donde intentan pasar la noche.
Según datos recogidos hacia el 2019 había en Madrid 2.583 personas sin hogar, dos años antes estaban alrededor de 2.059 lo que significa un incremento del 25.45% respecto a 2017; aunque muchas ongs relativizan el dato según Jesús Sandín, técnico de atención a personas sin hogar de la ONG Solidarios calcula que en la ciudad habría unas 3.000 personas 'sin techo', indica a 20 minutos periódico local.
Asimismo los albergues están viviendo muy difíciles, así lo destaca en Madrid diario en referencia al albergue para ‘sin techo’ Puerta Abierta, en el barrio de Cuatro Vientos, “la situación empieza a ser insostenible”, lamenta uno de sus empleados a sus 120 residentes fijos se han sumado en los últimos días 12 nuevos que el Ayuntamiento de la capital ha reubicado allí para limitar la exposición al Covid-19 que tenían en la calle.
Esta situación y otras han obligado al gobierno a habilitar el pabellón 14 de IFEMA en la Feria de Madrid para personas en estado de vulnerabilidad y sin techo con una disponibilidad de 150 camas y que ya está funcionando desde el pasado viernes por la tarde y que fue acondicionado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y Samur Social, este espacio será destinado únicamente a varones asintomáticos, según ha trasladado el delegado del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, quien ha celebrado la iniciativa de que IFEMA acoja también camas hospitalizadas. "Bienvenido sea en estos momentos", ha expresado.
Luis un “sin techo” que se conoce Madrid como la palma de su mano por que se “pateado” toda la ciudad prefiere seguir en la calle, “voy solo, camino solo y me procuro mi comida solo” así a quien voy a contagiar? se pregunta, a nadie, acotando que tampoco se “mete con nadie, por lo pronto Luis se niega a recibir ayuda alguna y se pierde por las calles aunque al despedirse vocifera: nadie podrá quitarme mi libertad!!
Esta medida se une a la prórroga durante dos meses más de la Campaña del Frío de atención a personas sin hogar y extendiéndose hasta el 31 de mayo por la crisis. Sin la acción del gobierno nacional y las autoridades locales están personas llamadas “sin techo” no tendrían oportunidad alguna, el COVID-19 no distingue clases sociales y mucho menos a personas con o sin techo, ataca a todos, es un virus transversal.
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