Lo que comenzaba siendo una protesta frente a la embajada de Estados Unidos se convertía en una manifestación que se desplazó desde la Calle Serrano hasta la Puerta del Sol.
El asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un policía en Minnesota ha servido de desencadenante para que gente en varias ciudades de todo el mundo haya salido a manifestarse por las desigualdades raciales. En Madrid, en un encuentro convocado por CNAAE (Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España), casi 3.000 personas se han reunido enfrente de la embajada estadounidense para homenajear la memoria de George Floyd, pero también la de algunos que murieron en nuestro país como Lucrecia Pérez, Mame Mbaye o Samba Martine, que falleció en 2016 a causa de la desatención sanitaria que recibió mientras estaba internada en el CIE de Aluche. En los 38 días que pasó encerrada, solicitó asistencia médica en más de diez ocasiones, sin éxito. Aquel suceso provocó que las condiciones y existencia de los CIE se comenzaran a cuestionar desde el debate público en nuestro país.
Al grito de consignas como “sin violencia no hay paz” o “ni más, ni menos: los mismos derechos” los manifestantes resaltaron su descontento con el trato que se da a la población migrante desde las instituciones, la violencia policial y las diferencias socioeconómicas a las que se enfrentan. Una problemática que no ha hecho sino agravarse con la llegada del coronavirus y el consecuente estado de alarma.
Racismo y COVID-19
Desde el Equipo de Implementación del Decenio Afrodescendiente en España y en colaboración con Rights International Spain (RIS) se ha publicado recientemente el informe Racismo y xenofobia durante el estado de alarma en España. Un documento que recoge las diferentes formas de violencia y exclusión a las que la población migrante en España ha tenido que hacer frente desde que comenzara el confinamiento. Los discursos de incitación al odio o la paralización de trámites administrativos y policiales son algunas de las manifestaciones xenofóbicas que analiza el informe en aras de dar visibilidad a la realidad de la población migrante. Algunas de las conclusiones plasmadas en el documento hacen referencia a la falta de compromiso por parte de las instituciones: “Frente al aumento del racismo evidenciado durante la crisis sanitaria, la administración pública se ha caracterizado por su silencio y su falta de actuación contundente frente a la violencia policial, el perfilamiento racial, los delitos de odio y el racismo institucional ejercido sobre las personas afrodescendientes y racialmente diversas. Desde el Ministerio del Interior, no se ha cumplido con la obligación de iniciar investigaciones prontas, exhaustivas y efectivas de todo acto de brutalidad y uso excesivo de la fuerza por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.”
Deje un comentario