En mayo el número de afiliaciones a la Seguridad Social ha bajado en 7.060 y el paro registrado se ha incrementado en 14.336 personas.
Según CC.OO los ERTES siguen actuando de contención a la perdida de empleo y al terminar mayo seguían estando afectadas por la suspensión de su contrato 537.231 personas, frente a 566.000 de abril. La región sigue perdiendo empleo aunque de manera más lenta y aguantando el impacto económico de la crisis del COVID-19 sin un desplome de la afiliación a la Seguridad Social.
De esta manera Mayo ha terminado con 419.359 personas en paro registrado, 14.336 más que el mes pasado, lo que sumado al incremento de febrero y marzo, salda los meses de la crisis del COVID en 66.500 personas más en desempleo, una cifra que no refleja el impacto del parón de la actividad porque el número de personas en ERTE multiplica por 8 el de nuevas personas en paro, pero que sitúa de nuevo el desempleo como una prioridad en esta región.
Por otra parte las cifras dan cuenta que 420.000 personas en paro, muchas sin prestación por desempleo, sitúan un escenario de demanda de actuaciones en el plano social y en el plano económico. Seis de cada diez personas en paro en la región son mujeres y el paro se concentra fundamentalmente en el sector de los servicios. De hecho, el incremento del paro de este mes se produce casi en su totalidad en este sector, con 14.000 personas desempleadas más, mientras que solo el sector de la construcción arroja datos positivos.
Según CC.OO en la Seguridad Social, la afiliación media del mes se ha reducido en 7.060 personas, lo que sumado a la pérdida de los dos meses anteriores deja 145.572 afiliaciones menos. El mes de mayo termino con 3,1 millones de afiliaciones a la Seguridad social, 101.000 menos que hace un año.
Otro dato que muestra la lenta recuperación económica de la region es la contratación. En mayo se firmaron casi 82.500 contratos. Son 13.000 más que en abril, pero 145.500 menos que en mayo del mismo año. Es decir, seguimos a un tercio de la contratación normal y los contratos temporales siguen siendo más del 82%.
El elemento de contención a la pérdida de empleo está siendo la figura de los ERTE. Mayo ha terminado con 68.020 ERTES en empresas, que afectan a 537.231 personas trabajadoras (la media del mes ha sido mayor, de 555.029, pero se ha ido reduciendo con la incorporación a la actividad de algunas empresas en las últimas semanas). El 85% de las personas afectadas por suspensión o reducción de contrato están en un ERTE por fuerza mayor, con su causa localizada en las medidas tomadas para frenar la pandemia y por ello cabe esperar que muchos de ellos, terminada la situación de emergencia puedan recobrar su actividad normalmente, pero la capacidad de sostener el empleo de la figura del ERTE es una de las incógnitas y debilidades de esta figura, por lo que es necesario que desde todas las administraciones y especialmente desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se haga un esfuerzo ahora para garantizar una reconstrucción y una vuelta a la actividad sobre bases sólidas, que permitan recuperar el empleo, la estabilidad y la calidad del mismo.
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