La A.V. Casco Antiguo de Carabanchel Bajo elabora un mapeo de desperfectos y deficiencias varias en su ámbito de actuación y reivindica un plan de asfaltado y rehabilitación que solucione los efectos del descuido que ha sufrido esta zona por parte del consistorio.
ROBERTO BLANCO TOMÁSEn enero llegaba a nuestra redacción un documento elaborado por la Asociación de Vecinos Casco Antiguo de Carabanchel Bajo con el título de Estado de deficiencias en distintas calles, dentro del ámbito de actuación de la asociación. Examinándolo, la impresión que nos causó fue que el listado de calles (más de cuarenta) y deficiencias era tan extenso que dibujaba realmente un problema general, y en ningún caso hechos aislados.
En enero llegaba a nuestra redacción un documento elaborado por la Asociación de Vecinos Casco Antiguo de Carabanchel Bajo con el título de Estado de deficiencias en distintas calles, dentro del ámbito de actuación de la asociación. Examinándolo, la impresión que nos causó fue que el listado de calles (más de cuarenta) y deficiencias era tan extenso que dibujaba realmente un problema general, y en ningún caso hechos aislados.
Por este motivo, nos hemos acercado a la asociación para poder comprobarlo in situ, y hemos dado un largo paseo cámara en mano junto a Emiliano López, vocal de Relaciones Institucionales y Sociales de la misma. A lo largo de este paseo hemos podido ver cómo efectivamente el barrio está muy descuidado. De hecho, las fotos que acompañan a este reportaje no son excepción, sino norma: llegó un momento en el que, cansado de sacar constantemente fotos similares en lugares distintos, quien esto escribe guardó la cámara en su funda, pues con medio centenar ya hay más que de sobra para ilustrar la página.
Una ‘batida’
La idea del mapeo que ha realizado la asociación surge de múltiples reuniones con los vecinos de la zona, en las que salían a colación las “infraestructuras bastante obsoletas, con muchos defectos de grietas, agujeros, aceras en mal estado, viario en muy malas condiciones…” que tiene el barrio. Para dar fe de ello de una forma más sistemática, decidieron hacer “una batida por la zona de influencia de la asociación, desde Muñoz Grandes hasta la avenida de los Poblados y desde Ntra. Sra. de Fátima hasta Alba de Tormes, dejando para una segunda parte las que van un poquito más hacia allá, desde Alba de Tormes hasta la Junta de Distrito y hasta Pan Bendito”. En esta batida, continúa Emiliano, “hemos encontrado muchas cosas: sobre todo un viario muy bacheado, con grietas, peligroso para la circulación, especialmente para las motos y las bicicletas, pero también para los coches, a los que se les puede romper cualquier cosa… Y unas aceras en muy malas condiciones, con un montón de alcorques vacíos, sin arbolado, levantados sobre el nivel de la acera… En fin, bastante deteriorado”.
“En general todas las calles están mal”, valora este vecino, aunque por clasificarlas de alguna manera las han dividido en el documento entre “calles en un estado muy deficiente” y “calles con deficiencias varias”. “Si tenemos que priorizar, diremos que las que están en peores condiciones son las de la Colonia de la Prensa, todas en muy, muy mal estado… Y luego el resto están en un estado deficiente, podríamos decir… Es que este barrio lleva abandonado durante muchísimos años, y claro, eso se nota: si con el paso del tiempo no se van reparando y conservando las calles, se acaban deteriorando en gran medida”, razona nuestro anfitrión, que señala: “No se ha cumplido el pliego de condiciones que el Ayuntamiento tenía con las empresas de conservación. Éstas se han estado llevando el dinero sin conservar el viario, y la prueba está en lo que hemos visto en el paseo”. Por ello, los vecinos piden “que se haga un plan de asfaltado y de recuperación de todas estas zonas tan degradadas”. Porque, como explica Emiliano, “No estamos hablando de casos aislados: es un problema general… Me atrevería a decir que esto es un problema que afecta a todo Carabanchel y a casi todos los barrios del sur y del este de Madrid, que han estado abandonados durante muchos años. Aquí el Partido Popular no metió un duro: que se recuerde, en Carabanchel solamente asfaltó la Vía Lusitana, que fue una actuación muy importante, pero el viario por el que nos movemos los vecinos día a día ha estado abandonado durante los últimos 25 años, sin acometer ninguna obra de importancia y sin conservarlo”.
Accesibilidad
Una auténtica lacra madrileña, los problemas de accesibilidad para las personas con movilidad reducida, también la encontramos aquí en gran medida. “De accesibilidad la zona está mal —nos dice Emiliano—: se hicieron los rebajes de las aceras, pero no se han hecho en condiciones, quedando una diferencia de dos o tres centímetros entre ellos y el nivel de la calzada, lo que hace que a una persona en silla de ruedas le cueste mucho e incluso le resulte doloroso físicamente sortearlos. Pero no solo es eso: también los pasos de peatones están en muy malas condiciones, y además hay zonas inaccesibles, como muchas calles de por aquí cerca (San Antolín, Salvador del Mundo, Binéfar, San Melitón, etc.), que tienen farolas en las aceras, lo que impide el paso de una silla de ruedas o de un cochecito de niño. Y cuando lo hemos planteado nos han dicho: “pero la acera de enfrente no está así”. Es cierto, pero si sumamos la imposibilidad de pasar por algunas aceras con el deficiente estado en que se encuentran los pasos de peatones y la mala accesibilidad para el cruce de sillas de ruedas, pues nos encontramos con un problema grande”.
Para abordar el tema, el 27 de diciembre se reunieron cuatro miembros de la asociación vecinal con la concejala del Distrito y un colaborador suyo. “Le estuvimos contando el problema, y le hicimos entrega del documento que hemos elaborado. Ahora estamos a la espera de que nos responda la Junta si piensa acometer alguna de estas obras dentro del presupuesto de este año, pero aún no sabemos nada. De hecho nos hemos puesto en contacto con ellos antes de realizar esta entrevista por si nos podían dar alguna noticia y no hemos recibido respuesta”, nos cuenta Emiliano. En cualquier caso, los vecinos insisten en la urgencia del asunto: “no estamos hablando de cuestiones estéticas, sino de seguridad vial en todos los sentidos”, concluye nuestro interlocutor.