Jueves 28 de noviembre, a las 18:30, manifestación desde el Centro de Salud Abrantes hasta la plaza de Oporto
Este jueves 28 de noviembre llamamos de nuevo al vecindario de Carabanchel a manifestarse en defensa de la Atención Primaria y de nuestros centros de salud. A sumarse a la protesta que desde hace ya cuatro años y tres meses protagonizan los y las vecinas del barrio de Abrantes para denunciar el abandono de su centro de salud, reclamar más profesionales y recursos y denunciar el desmantelamiento por parte de la Comunidad de Madrid de la sanidad pública.
A mediados de este mes, La Comunidad de Madrid lanzó una nueva campaña de autobombo asegurando que había “logrado reducir de 22 a 2” el número de centros de salud de Atención Primaria (AP) clasificados como “críticos” (titular de Telemadrid). Este logro se había alcanzado en escasamente cinco meses gracias al dinero, ya que, según el comunicado de la Consejería de Sanidad, “Madrid ofrece hasta seis incentivos económicos [a facultativos] en Atención Primaria”. Sin embargo, una vez más, tozudamente, los hechos se dedican a llevarle la contraria.
En primer lugar el principal sindicato de médicos y médicas de Madrid hacía pública una encuesta realizada entre cerca de 1.150 médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, y su conclusión es que los centros de salud de la Comunidad de Madrid siguen desbordados. Así, el 79% de encuestados y encuestadas afirman que ven más pacientes de la cifra acordada tras la huelga histórica que iniciaron justo hace dos años. El acuerdo de esa huelga cifraba limitar las agendas médicas en los centros de salud a 30 pacientes (más cuatro de Urgencias) para los médicos de familia y 20 (más cuatro de Urgencias) para los pediatras, y así tener más tiempo para cada paciente y mejorar la calidad asistencial. Ahora, solo el 20% de las encuestadas declaran que no les fuerzan las agendas para ver más pacientes de los acordados entonces. Debido a esta creciente carga de trabajo, el principal sindicato médico de Madrid alerta de la situación delicada que se está creando en los centros de salud.
Aunque celebra que se cumpliesen los acuerdos económicos arrancados tras la huelga (los incentivos a los que se refiere la Comunidad de Madrid) y que éstos han tenido algún efecto, resalta que “queda mucho por hacer y lamentamos la sensación de conformidad que transmite” la Administración madrileña.
La Consejería de Sanidad implantó las horas extras voluntarias (módulos de absorción) para que los médicos apoyasen aquellos centros desbordados (es decir, los centros de salud en los que faltaba más de un 30% de sus plantilla médica), una medida que aunque debía ser temporal (¿cuánto tiempo se puede estar haciendo horas extras?) se está prolongando y que sobre todo no es suficiente, ya que los propios profesionales admiten en la encuesta que no hay suficientes horas extras para abordar la demanda de trabajo. Es lo que consideran el 82,5% de los y las facultativas encuestadas.
Y eso, avisan, que todavía quedan las enfermedades del periodo invernal por aparecer, como la gripe, lo que va multiplicar la presión asistencial y desbordar aún más la situación de los centros de salud madrileños.
La Atención Primaria no solo es el primer nivel de asistencia sanitaria (los centros de salud son el primer lugar donde se debe acudir cuando se tiene un problema de salud), es también el corazón del sistema sanitario: no en vano más del 80% de los problemas de salud de la población se resuelven en la Atención Primaria. Pero para que ésta sea eficaz debe tener recursos para atendernos adecuadamente. La falta de una inversión adecuada en el primer nivel asistencial se traduce en el agotamiento de profesionales sanitarios desbordados, esperas para citas, retraso en diagnósticos e incapacidad para atender necesidades crecientes de salud.
Eso bien lo notamos en el Centro de Salud Abrantes, que atiende a un barrio de 30.000 personas, con una importante población envejecida y dependiente, y cuya situación actual es un caso especialmente sangrante de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública madrileña: actualmente su número de médicos de familia estables oscila entre 8 y 9 (depende de las bajas o vacaciones) cuando sobre el papel debería tener 17. Y entre uno y dos pediatras estables cuando debería tener cuatro (ninguno estable en el turno de tarde). Por eso las demoras para tener una cita con el o la profesional médico de cabecera llegan a las cuatro semanas.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no solo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!