Valoración de los recientes trabajos arqueológicos en el solar de la cárcel y Parque Eugenia de Montijo
“Si descubre restos de piedras o de mármoles esculpidos, hay que conservarlos con cuidado. Le deseo toda suerte de fortuna arqueológica, muchas estatuillas, espejos y sortijas”. Así terminaba Próspero Mérimée una carta que envió a su amiga Manuela Kirkpatrick, la madre de Eugenia de Montijo, en 1846. El escritor francés conocía la existencia del mosaico romano descubierto en la quinta carabanchelera de los Montijo en 1819, en el lugar que actualmente ocupa el patio del Colegio San Gabriel. No parece que Manuela tuviera mucha fortuna arqueológica, porque no hay noticias de otros descubrimientos de importancia en aquella época. Pero sí del interés de la madre de la emperatriz por conservar el mosaico, mandando construir un pabellón para protegerlo y encargando su restauración en 1859. Cerca de allí, dos siglos después del descubrimiento del mosaico datado en el siglo III d.C., se ha llevado a cabo durante los últimos meses una actuación arqueológica asociada al proyecto de urbanización de los terrenos de la cárcel de Carabanchel, que incluye la construcción de un vial que atraviesa el Parque Eugenia de Montijo.
Restos de época prerromana correspondientes a un asentamiento carpetano de los siglos III IV a.C.
El pasado 8 de julio, los arqueólogos que han realizado la actuación arqueológica en los terrenos de la cárcel y en la zona del parque comprendida entre las calles Monseñor Óscar Romero y Pingüino explicaron a vecinos y colectivos de nuestro distrito sus resultados. Desde aquí queremos mostrar nuestro agradecimiento por su generosa disposición. En la mayoría de las catas realizadas en los terrenos de la cárcel no llegaron al nivel de ocupación carpetana o romana, por lo que los arqueólogos las han calificado como nulas. En el parque confirmaron la existencia de restos de muros de piedra caliza y silos asociados a un asentamiento carpetano entre los siglos IV y III a.C.; de varios pozos relacionados con los viajes de agua de las quintas de recreo de los siglos XVIII y XIX, uno de los cuales conservaba el brocal; de una estructura circular de ladrillo macizo cuya función desconocen, aunque relacionada con el aprovechamiento del agua y colmatada a finales del siglo XIX o principios del XX; de los restos de los alcorques del camino entre la quinta de los Montijo y la ermita de Nuestra Señora de la Antigua. Para el final de la reunión los arqueólogos dejaron su principal descubrimiento: la primera mina o viaje de agua de época romana encontrada en la Comunidad de Madrid, y de momento la única.
En las obras de 1999 de la ampliación del talud de la vía del Metro entre las estaciones de Eugenia de Montijo y Aluche se encontró una estructura de unos 160 cm de alto y 60 cm de ancho que el responsable de la intervención arqueológica, Gregorio Yáñez, ya identificó como un “viaje de agua”. En las recientes excavaciones se han encontrado tres “pozos de ataque” desde los cuales se construyó parte de la mina de agua. Uno de los vecinos asistentes a la reunión comentó que durante la construcción del parking en el parque a finales de los 90 ya se encontraron elementos del viaje de agua. Los arqueólogos mostraron su posible trazado entre la vía del Metro y la zona del parque situada junto al conocido como “estanque de las brujas”, el único elemento que se conserva de la quinta de los Montijo, cerca de la cual está prevista la construcción de una rotonda. Junto a las canchas de baloncesto del parque se ha descubierto una estructura subterránea formada por varios espacios y con techo abovedado. En ella se encontró una lucerna de barro. La estructura debió tener un uso asociado al mantenimiento de la mina de agua.
Estructura del siglo XIX relacionada con el aprovechamiento del agua.
¿Cuál era su función?
Pero, ¿cuál era la función de la mina de agua? Según los arqueólogos su misión fue abastecer el espacio residencial de una villa romana. Recordemos que una villa romana era una vivienda rural cuyas edificaciones eran el centro de una propiedad agrícola y ganadera. La presencia de villas en la Hispania romana indican el grado de romanización de cada zona. Aunque en la muestra Tempus Romae. Madrid, encuentro de caminos en el Museo Arqueológico Regional, donde está expuesta la estatuilla de bronce conocida como la Minerva de Carabanchel y que permanecerá abierta hasta el 8 de enero de 2023, se ha catalogado el yacimiento de Carabanchel como una aglomeración secundaria o vicus, es decir, un barrio o pequeña aglomeración urbana, los resultados de la actuación arqueológica parecen confirmar que se trata de una villa agropecuaria con espacios residenciales.
Por ahora se desconoce el origen y el destino de la mina de agua encontrada en el yacimiento de Carabanchel, por tanto no se conoce la ubicación del espacio residencial de la villa agropecuaria. Una opción es que estuviera en el lugar donde se encontró el mosaico, probablemente situado en el triclinium o comedor de una casa, según indica la guía de la exposición Las villas romanas de Madrid organizada por el Ayuntamiento de Madrid en el Museo de San Isidro en 1995. El uso como vertederos en época romana de los pozos encontrados en el Parque de Eugenia de Montijo sugiere la existencia de otra instalación, de uso residencial o agropecuario, en una zona más alta, tal vez en el lugar que ocupa la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, el cementerio o más allá de las vías del Metro y la calle Ocaña. Los residuos generados en esa instalación serían llevados a los vertederos situados en la zona más baja situada en el parque.
Restos de muros y de un hogar en el Parque Eugenia de Montijo.
Ha de conservarse
La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha determinado que la mina de agua de época romana encontrada en Carabanchel ha de conservarse. En Carabanchel Historia y Patrimonio consideramos que para que la mina se conserve su recorrido ha de ser estudiado y excavado. Según los arqueólogos, probablemente atraviese la zona de ampliación del cementerio junto al parque que nunca ha sido excavada y que en los mapas del Ayuntamiento de Madrid aparece catalogada como una necrópolis romana.
¿Y qué más zonas nunca han sido excavadas? Las que ocupan el campo de calva, la instalación de los mármoles y granitos, el entorno más próximo a la ermita y la Vereda de Aluche. Y por supuesto, se deberá hacer un estudio arqueológico antes de proceder a su urbanización de todos los terrenos de la cárcel y de la zona del parque comprendida entre las calles Monseñor Óscar Romero y Nuestra Señora de la Luz, donde en las obras de 2005 se encontraron restos de muros de época romana que formaban siete espacios diferenciados. En Carabanchel Historia y Patrimonio deseamos y esperamos que los restos encontrados, como aconsejó Mérimée, se conserven con cuidado.
Puedes encontrar más información del yacimiento y de los resultados de la reciente actuación arqueológica en:
carabanchelhistoriaypatrimonio.home.blog