Jueves 24 de octubre a las 19:00, ante el Centro de Salud Abrantes
Este jueves, 24 de octubre, volvemos a convocar al vecindario del barrio de Abrantes y del resto de Carabanchel a manifestarse frente al Centro de Salud de Abrantes, para defender la Atención Primaria y nuestros centros de salud.
Un sistema de sanidad pública universal y de calidad es un igualador social formidable. Reduce las desigualdades y las diferencias sociales. Es algo que percibimos todas y todos. Es lo que reflejan, por ejemplo los datos del último Barómetro Sanitario, la encuesta de opinión que anualmente realiza el Ministerio de Sanidad junto al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicados a primeros de este mes de octubre. Este año el Barómetro ha retomado una pregunta sobre la percepción que tiene la población respecto a la igualdad en el trato en la sanidad pública en función de distintos aspectos.
Según esta encuesta un 82% de la población general considera que los servicios prestados por la sanidad pública eran iguales independientemente de que se tenga un nivel socioeconómico alto o bajo. Un 77,3% percibe que no hay diferencias en el trato en función de si son jóvenes o ancianos y un 75,8% considera ser tratado igual independientemente de si se es español o extranjero. Sin embargo y según esta misma encuesta un 53,5% sí considera que hay diferencias en el trato según donde se resida.
Y esto bien los sabemos en la Comunidad de Madrid. Una de las consecuencias del gravísimo deterioro de la sanidad pública madrileña es el aumento de las desigualdades. La más evidente, la desigualdad en el acceso a los servicios sanitarios: en los ambulatorios de las zonas acomodadas se obtiene cita con el médico o médica de cabecera de un día para otro. Por contra, en los de barrios de clases populares y trabajadoras se concentran los centros de salud de Atención Primaria con una falta crónica de personal médico y de pediatras, lo que genera enormes demoras. En muchos ambulatorios de la zona sur de Madrid (en distritos como Carabanchel, por ejemplo) se está haciendo habitual tener que esperar semanas para poder tener cita con la médica de familia o con un pediatra.
Es lo que ocurre ya casi de forma continua en el CS Abrantes, que atiende un área con una población de 30.000 personas que debería tener, según datos de la propia Administración madrileña, 17 facultativos de familia (repartidos en el turno de mañana y de tarde) y cuatro pediatras (repartidos también en ambos turnos). Los recortes y el abandono de la Atención Primaria (la Consejería de Salud de la Comunidad no ha cubierto bajas y jubilaciones) lo han dejado desguarnecido, y el número de facultativas y facultativos puede variar cada día dependiendo de si hay alguna profesional de baja o, como ha ocurrido este verano, tomando sus merecidas vacaciones. Así, a este ambulatorio le siguen faltando cerca de la mitad de su personal médico, sobre todo en el turno de tarde, que no tiene tampoco pediatras fijos. Por eso las demoras para tener una cita con el o la profesional médico de cabecera llegan a las cinco semanas.
Los recortes en la sanidad pública madrileña están generalizando la llamada ley de cuidados inversos: “La disponibilidad de una buena atención médica tiende a variar inversamente a las necesidades de la población atendida. Esta ley se cumple más intensamente donde la atención médica está más expuesta a las fuerzas del mercado y menos donde dicha exposición es reducida”. Somos miles de usuarios y usuarias de la sanidad pública madrileña abandonadas por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Ésta es la injusta realidad de los barrios de clases trabajadoras y populares.
Por eso, desde hace ya cuatro años, cada jueves (menos en Navidades y en los momentos más calurosos del verano), cientos de vecinos y vecinas nos manifestamos con constancia y dignidad. Reclamamos que la Administración madrileña revierta el desmantelamiento de la sanidad pública y destine inmediatamente los recursos necesarios para recomponer la tan deteriorada Atención Primaria.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no solo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!