‘Re-descubiertas’ importantes pinturas en la zona del coro
Finalizada (¿?) la rehabilitación estructural y de habitabilidad de la ermita de Santa María la Antigua, sabíamos que algo más se estaba gestando. Desde hace meses se observaba un trajín en el interior del edificio sin que se conociera el motivo. Finalmente, Patrimonio ha informado del re-descubrimiento de importantes pinturas en la zona del coro, una vez se ha despejado éste de construcciones auxiliares.
Decimos bien, “re-“, ya que una parte de estas pinturas ya eran de sobra conocidas. En algún caso particular, se había dado cuenta de ello, solicitando su restauración. Como indican desde Patrimonio Histórico y Archivos de la Comunidad de Madrid, “Las pinturas debieron tener gran importancia estética e iconográfica para la ermita. En ellas, podemos ver castillos castellanos y árabes, alternados con leones rampantes. También dibujos geométricos en algunas de las caras de las zaparas y algún escudo”. Y continúan exponiendo que “ha sido sorprendente el hallazgo de escenas con figuras humanas en estas pinturas ...”.
En cualquier caso, bienvenida sea la iniciativa de destinar una partida económica y rápidamente iniciar los trabajos. Ojalá, al tiempo que culminan esta labor, inicien el estudio del resto de los murales del edificio.
En este sentido, así lo exponía Mercedes Gómez, en Arte en Madrid, en su publicación de octubre de 2015 Pintura mural medieval en Carabanchel, en la Ermita de Santa María la Antigua: “Junto al cuadro de la Virgen de Lis, ubicado en la cripta de la catedral de Santa María la Real de la Almudena, las pinturas de Carabanchel son los únicos ejemplos conservados de pintura medieval en la ciudad de Madrid. Cuando en enero de 2014 visitamos la iglesia aquí en el blog, ya hicimos referencia a las pinturas encontradas en el ábside semicircular y en una hornacina en la epístola junto al altar. Aparecieron durante la restauración del templo llevada a cabo por la Comunidad entre 2000 y 2002. Los escasos vestigios no permiten apreciar los temas representados. Tampoco se conoce la fecha de su realización, pero se cree que pertenecen a dos momentos distintos de la época gótica. Se espera que en una futura intervención se pueda estudiar y conocer tanto los motivos representados como la fecha de creación”
El mural de la hornacina al que hace referencia fue retirado durante las obras estructurales para garantizar su conservación y para su restauración. Esperemos su pronta vuelta.
Así, queda mucho por hacer e investigar. Quizás, confirmar el origen del pozo de agua, aún activo. O puede que continuar con el estudio de los restos arqueológicos bajo el actual suelo que, como comentaba Sonia Dorado en su exposición de septiembre de 2019 Obras de restauración en la ermita de la Antigua: “En la anterior restauración de la ermita, al levantar el solado, se documentó la existencia de un horno romano del s. I. d. C., incluso algunos autores aventuran que el conocido como ‘pozo de San Isidro’ de su interior, también pudiera ser romano. Así pues, estas obras de restauración, que conllevarán un nuevo levantamiento del solado, deberían abrir la puerta a nueva investigación, casi veinte años después y con mejores técnicas, de los restos romanos bajo su suelo”
En definitiva, sin salir de los muros de este edificio, vital en la historia de Madrid, queda mucho, mucho por hacer. Ahora que han empezado (de nuevo), que no paren. Re-descúbranlo todo, por favor.
Fotos: FB Patrimonio Histórcio y Archivos C.M.