Desde la Asociación de Mujeres de Carabanchel Alto, y recogiendo el malestar de nuestras vecinas y vecinos del barrio, el pasado mes de julio nos dirigimos a la Atención del Cliente de las entidades bancarias que trabajan en el mismo, a los directores de sucursal y a la asociación de consumidores FACUA.
“Desde hace tiempo, observamos el deterioro que ha sufrido la relación entidad-clientes. Para las gestiones bancarias cotidianas que precisan conocimientos específicos, como usar un cajero automático o hacer una transferencia, muchos usuarios requieren la ayuda de los empleados, pero ésta no llega, bien por falta de personal o por manifestar que no es de su competencia prestar el servicio que se demanda”, les transmitíamos.
“La población de este barrio está formada, en su mayoría, por personas de edad avanzada, que sufren la brecha digital de forma muy pronunciada, por lo que no pueden realizar las gestiones sin la ayuda del personal especializado. Por motivos diversos, muchos de ellos no pueden recurrir a sus familiares, como de forma despiadada se les aconseja desde su oficina, y otro porcentaje muy alto son personas que viven solas y necesitan de estos servicios. La mayoría son clientes suyos de muchos años, confiando sus ahorros a su entidad y manteniendo una relación casi familiar con sus empleados, buscando seguridad y apoyo en sus conocimientos. No es justo que ahora, en la última etapa de su vida, se vean abandonados y perdidos, sin saber cómo actuar”, argumentaba nuestro escrito.
Desde esta asociación de mujeres y ante las demandas recibidas, les solicitábamos tener una entrevista presencial para buscar de forma inmediata una solución a este problema y poder evitar comportamientos y alteraciones no deseadas. Las respuestas recibidas hasta ahora coinciden en alegar que ellos cumplen los protocolos establecidos por la nueva normativa, aunque sí admiten como trabajadores la falta de recursos. Nosotras, como usuarias, seguimos sintiéndonos abandonadas, y viendo que no dan soluciones estimamos que es hora de pasar a la acción.
