Entrevista al entrenador del club Spoting Laguna

El Club Deportivo Sporting Laguna
El presidente es Rodrigo Carou, José Joaquín Carou es el vicepresidente y la secretaria técnica es Eva María Rodríguez.
Cuéntame del club, ¿que categorías hay?
Tenemos la categoría de chupetines, pre-benjamines, benjamines, alevines, infantiles y aficionados. Juveniles y cadetes no los tenemos en éste momento, porque preferimos que se vayan formando los equipos con los jugadores que venimos formando. Tenemos tanto jugadores como jugadoras en nuestros equipos. Y así vamos creando cantera propia.

¿Desde cuándo está el club?
Desde hace seis años. Está vinculado a la asociación vecinal de La Fraternidad de Los Cármenes, al principio era un club de fútbol, que se llamaba como la asociación, pero más tarde nos constituimos como club, con el nombre de C. D. Sporting Laguna.

¿Antes habías participado en otro equipo de fútbol?
Si, antes participaba en el club de fútbol de Los Cármenes, el equipo del barrio de toda la vida, pero en un determinado momento decidí fundar mi propio club viendo la demanda que había en el barrio, viendo que en los clubs de alrededor para que los chavales pudieran jugarles exigían un dinero, entonces mi idea era procurar que esos chavales que se quedaban sin equipo que tuvieran un sitio donde practicar el deporte y que no se quedaran en la calle.

¿Entonces cómo funciona?
Al principio empezamos con una pequeña subvención del Ayuntamiento, lo único que el dinero que nos daban era para un equipo. Lo que pasó es que el equipo empezó a crecer. Niños que estaban en mala situación tenían un refugio. Entonces tuvimos que continuar buscándonos las habichuelas. Y gracias también a una marca deportiva, que se llama Futsal, que nos daban unos descuentos en ropa, entonces podíamos equipar a la gente. El poco dinero que podíamos recaudar, pidiendo, con algunos patrocinadores, juntábamos un dinero para materia, aunque nunca teníamos bastante material, buscando rebajas, moviéndonos, y muchas veces poniendo dinero de nuestro bolsillo.

¿Y la gente contribuye? Las familias que pueden
Estos dos últimos años se ha pedido una pequeña cuota. El primer año fue 35 euros anuales y este se ha pedido 120 anuales, para poder ayudar, porque yo me quedé en paro, mi mujer se también se quedó en paro, y ya la situación cambiaba un poquito, y también porque las familias veían a los demás como vestían y los chavales se sentían un poquito cohibidos. Siempre habían tenido sus uniformes, pero ya los padres te exigen, que vayan bien vestidos... pero claro, una cosa es exigir y otra es el dinero. Los otros clubs lo tienen más fácil pero cuando te encuentras con casi noventa y ocho chavales, entre senior y chupetines, y la mitad de las familias o más de la tercera parte están en paro, pues imagínate la dificultad. Entonces hubo un pequeño desencuentro y lo único que les comuniqué es que yo podía buscarme la vida para que nos saliese lo más barato, pero que todos teníamos que estar de acuerdo, porque no se podía consentir que unos fuesen bonitos y otros no. Se trata de implicarse, porque no se trata de mandar, sino de implicarse y preocuparse por las personas. Y algunos abandonaron, porque esto requiere bastante tiempo, preocuparse y moverse, y hablar, con unos y con otros.

Aquí hablamos de un barrio, Los Cármenes o Caño Roto, que es medio Carabanchel y medio Latina. ¿Cómo ves el mundo deportivo por aquí? Hay otros equipos. ¿Qué tal les ves funcionar? ¿Qué virtudes ves en el tuyo y en los otros?
La dificultad que tenemos nosotros es el del campo de entrenamiento. Nuestro campo es de tierra, cedido por el Ayuntamiento. A nuestro alrededor hay equipos bastantes fuertes, como el Puerta Bonita, Los Yebenes, La Cantera, que al tener un campo de césped tiran más los chavalines al campo de césped. El logro de nuestro equipo es que les hacemos evolucionar a la gente, lo mismo que sean gordos, que no hacemos distinciones. El compromiso que tenemos es que si un niño no sabe pegar a un balón al cabo de unos meses aprende. Y así empiezan a valorar nuestro trabajo, a pesar de tener el campo que tenemos y de que nos faltaría más equipación. De un niño que no sabe nada a que por lo menos aprenda a defenderse. Y luego, educativamente, enseñarles que el deporte hace amigos, el compañerismo y que es un deporte de honor. Un deporte de honor, una lucha, en el que disputas un resultado y tienes que aprender a perder. Hay que valorar siempre al equipo contrario, aunque sea peor que tú. Tener humildad. Ser respetuoso con los compañeros. Y da lo mismo la clase social, puede jugar uno que tiene mucho y uno que no tiene nada, no como en otros deportes, padel, esgrima o motorista. En el fútbol con un simple balón pueden jugar muchas personas. Aquí juegan chavales, por el tipo de barrio que es, de clase humilde, pero ya la diferencia entre el que tiene un padre con trabajo y el que no lo tiene, hay ya una diferencia. Y aquí entran a jugar al mismo nivel. Cuando viene alguien que no tiene dinero, lo que se intenta, es que todo tengan lo mismo y luego la situaciones pueden cambiar en pocos meses, pueden estar trabajando y luego quedarse en paro, y llegar la fecha de pago y no tener. Lo primero son los gastos familiares, la alimentación, que gastarse el dinero en el fútbol. Se pide la cuota mínima. Pero ante estas dificultades se intenta levantar un poco la mano, se ve cómo se puede ayudar a ese chaval, ver que lo puedan ir pagando poco a poco, y otras veces pone uno el dinero.

¿Cómo ves la continuidad del equipo?
Eso es lo bonito, que ves a los chavales crecer. Aunque se nos considerase un equipo de pobretones, yo siempre les decía a los chavales que fuesen con la cabeza alta. Pero todo llega, y hoy en día esos niños son el futuro del club y gracias a ellos continuamos y vamos bastante bien. Y con los entrenadores es más difícil pues son todos voluntarios, no cobran un duro. Es difícil tener continuidad. Por suerte, este año he recuperado a jugadores que yo había entrenado antiguamente. Que tienen mi misma concepción de trabajar y va bastante bien. Con el aficionado estamos a las puertas del ascenso, estamos en tercera regional, es el tercer año; dije que en tres años teníamos que conseguir subir de categoría. Si tenemos un equipo de segunda regional podremos conseguir a mas chavales, darnos más a conocer y pedir más ayudas a los chavales. Aquí no pedimos dinero a los otros equipos para mantener al equipo mayor, sino que a todos iguales, lo único que al equipo mayor se les exige más porque cuanto más grandes sean ellos más ayuda pueden recibir los pequeños. Es la lucha que hemos tenido, el objetivo que me marqué y por ahora se está cumpliendo. Vamos primeros en la liga, a falta de cuatro partidos para saber de fijo que ascendemos. Luego las categorías inferiores, de un equipo que la temporada pasada nos goleaban, quitando benjamín que quedamos los cuarto, este año hemos evolucionado mucho. Tenemos a todos los equipos bien situados, quintos, sextos, cuartos. Y luego el equipo chupetín no puntúa, es una liga de divertirse, es nuestro futuro y tenemos unos niños bastante majos. Y saben perder, porque casi siempre hemos perdido, y se nos felicitaba por nuestro comportamiento, por las garras, porque nunca nos rendíamos. Descontento estoy con los padres, porque se han acostumbrado a ganar, y en el momento que hay un partido raro, que siempre hay alguno por encima nuestro, no lo asimilan. Se nos olvida de dónde venimos. Nunca tenemos que olvidar de dónde venimos.

¿Crees que se cuida el fútbol de base?
El tema es que no es solo dinero. Yo no admito a jugadores porque sus padres quieran que jueguen al futbol aunque a los niños no les guste. Primero hay que ver que el niño quiera jugar al futbol por que le guste y no por obligación. Muchos padres vienen con la idea de cómo el ha jugado al futbol quiere que su hijo juegue. Luego hay niños que quieren jugar pero no valen, entonces lo que hacemos es enseñarles poco a poco, no dándoles de lado pero tampoco les exigimos. Y no los segregamos a un equipo de los malos, seleccionando a otros equipos solo para ganar. Porque si no a los otros se les estaría educando solo para perder. El deporte es competición. Nosotros siempre los mezclamos. No dejamos que uno sea malo y otro bueno. En el caso que se pueda hacer por edades, se hace que los de primer años vayan todos juntos y los de segundo igual. Hay que rodearse de gente inteligente porque te aportan siempre algo. Se necesita alguien para aprender. Los buenos tienen que arrastrar a los malos para poder competir. Y los buenos cogen responsabilidad. Cuando estas en un equipo, cuando ves un compañero que falla no tienes que recriminarle, tienes que animarle. Las figuras son adornos. Si un tío es bueno es capaz de levantar un equipo. Tirar del carro. Sacar las castañas del fuego. Y eso anima a los otros compañeros y eso anima a luchar con él. Por eso te he hablado antes del honor.

Yo creo que con esto hemos terminado. ¿Quieres decir alguna cosa más?
Lo único pediría que en esta zona, en los dos campos de Los Cármenes, es que haría falta un campo de hierba. Hay ligas del Ayuntamiento que hay que mandarles fuera, y aquí tiene bastante terreno para que las ligas de las categorías inferiores se jugasen en el barrio, cuando la mitad de los equipos son de por aquí, de esta zona.

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