La pandemia de coronavirus que está afectando a nuestro país, y se ceba especialmente en la población adulta mayor, incide de forma preocupante al colectivo responsable del trabajo doméstico en nuestro país: las empleadas del hogar y cuidados, más de 630.000 en todo el país. Situaciones cotidianas que habitualmente se resolvían con un sistema público desbordado y un sector privado precarizado, acaban de saltar por los aires, con cientos de miles de menores en los hogares y potenciales enfermos que necesitan atención domiciliaria que se encarguen de hijas e hijos, comida, limpieza o higiene de las personas afectadas.
En lo que respecta a las empleadas de hogar y cuidados, y especialmente las internas que cuidan adultos mayores, el contexto actual empeora su situación, con jornadas maratonianas y dificultades para disfrutar sus días libres, por el miedo de sus empleadores al contagio.
Carolina Elías, Presidenta de la Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC), indica cómo empiezan a acudir a la asociación empleadas de hogar en régimen de internas cuyos empleadores les han prohibido salir de sus hogares hasta que se levante la alerta. Esto provoca en la población trabajadora, aislada en las casas de lunes a viernes, además de ansiedad y angustia, explotación laboral e imposibilidad de poder hacer su propia conciliación familiar. Está ocurriendo que esas 36 horas obligatorias, que habitualmente dedicaban a desconectar y salir, no se están considerando como horas de descanso y mucho menos se pagan como horas extra.
Algunas empleadas sufren también abusos, que se suman a las jornadas extenuantes con padres y niños en casa y un aumento de tareas de trabajo, que van desde la compra, comidas, cuidado infantil o cuidado de personas enfermas con riesgo de contagio. No hay que olvidar que el Colectivo de Empleadas del Hogar no cuenta con muchos de los derechos básicos de otros trabajadores en España como el paro o las mutuas de trabajo y en su gran mayoría son migrantes y se encuentran en situación irregular, con miedo a perder sus empleos.
Otra de las situaciones que más preocupan al colectivo tiene que ver con la exposición de las empleadas domésticas al virus y la pérdida económica que les supone. SEDOAC denuncia el caso de una mujer que trabaja como externa en el hogar que comunicó a sus empleadores que le iba a ser imposible acudir al centro de trabajo al tener una niña de 11 años y no tener con quien dejarla. La empleadora, cuyo marido está afectado con coronavirus, le comenta que es ahora cuando más la necesita y la empleada, que va a perder estos días de trabajo, tiene miedo de poder perder el empleo.
Por todo ello SEDOAC solicita al Gobierno:
1) Que las prestaciones que se han decretado o se decreten para las y los trabajadores en el régimen general, también sean aplicadas a las Empleadas de Hogar y Cuidados en el Sistema Especial.
2) Si se establecen restricciones para el uso del metro u otro medio de transporte público, FACILITAR medios de desplazamiento alternativos gratuitos. Los salarios de las cuidadoras es imposible asumir el pago de taxis.
3) Vigilar y frenar las prácticas abusivas de las empresas de intermediación laboral y plataformas webs que ofrecen servicios de cuidados con descuentos del 50%, que al final se traduce en menos salarios para las cuidadoras.
4) Facilitar equipo de protección adecuado para el desarrollo del trabajo de cuidados, ya que son ellas las más expuestas al contagio como ocurre con el personal sanitario, pero cuentan con menos medidas de protección.
5) Que las empleadas de hogar y cuidados, que también cotizan en la Seguridad Social, puedan, igual que el resto de los trabajadores, solicitar bajas por cuidado de menores y recibir exenciones fiscales como población especialmente afectada por el coronavirus.
JUNTA DIRECTIVA SEDOAC
2 comentarios