AFADE, Asociación que ayuda y apoya de forma integral en sus aspectos sociales y sanitarios al enfermo de Alzheimer y sus familias, vivió este viernes un día muy emotivo y especial. Estrenaron en el salón de actos del Centro Cultural Fernando de los Ríos la obra de teatro “La zapatera prodigiosa”, un proyecto que comenzó a formarse en 2019 en colaboración con el colegio de La Milagrosa de Carabanchel.
Aquel proyecto fue fruto de una idea del taller de lectura de AFADE, la asociación que se sitúa en la calle Juanita, 7 de Carabanchel. “Estos talleres de rehabilitación cognitiva, memoria y atención”, vienen muy bien a estas personas con alzheimer y otras demencias. “Hablamos con el colegio de La Milagrosa y nos dijeron que estaban con un proyecto de La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca y nos animaron a que fuera conjunto”, comentó Eugenia García Alba, presidenta de AFADE.
Pero llegó la pandemia y con ello se truncaron todos los proyectos e ilusiones. “Y también nos dejaron muchos de nuestros actores y actrices”, señalaban con emoción. AFADE, uno de los colectivos más golpeados por la pandemia, perdió a 640 de sus socios a causa del coronavirus. Además se demostró que el virus aceleraba el proceso degenerativo de estos pacientes y exponía a los más graves a un riesgo de padecer a corto y medio plazo otras enfermedades gravez como parkison o ictus.
Por eso era tan importante este estreno le lectura dramatizada para las personas que se dieron cita tanto encima como debajo del escenario. “Representar esta obra es la ilusión que nos ayuda a seguir”, reconoció la presidenta de AFADE y, a la vez, protagonista de la obra.
“Muchas veces he estado a punto de dejar esta lectura dramatizada”, reconoció Eugenia García. “Cada vez que lo intentábamos, alguien se ponía malo, ha sido muy complicado”, señalaba. De hecho, el protagonista, el zapatero, tuvo que ser relevado el día de antes por unos problemas de afonía. Pero la ilusión es lo que vale. Y ver sobre el escenario a un elenco de 12 actrices y un actor, dramatizando esta obra, fue toda una delicia. Sobre todo a esa usuaria de AFADE de 82 años que se atrevió con el papel del niño, dulce y sincero, al que tanto le gustaba estar en casa de la zapatera.
Y el elenco, formado por personas con enfermedades neurodegenerativas, cuidadores y socios de AFADE, leyó, cantó y hasta se animó a bailar, para hacer las delicias de un público que aplaudió a rabiar al grito de artistas, artistas. Sin duda, un día inolvidable para todas estas personas que han demostrado una vez más que con empeño, tesón e ilusión todo se puede conseguir.
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