26 de octubre: Día del Daño Cerebral
- El daño cerebral afecta a más de 420.000 personas en España y su origen, en el 78% de los casos, es un ictus. Otras causas son los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias, los tumores cerebrales o las infecciones
- Los beneficios recaudados de esta acción serán destinados a Convives con Espasticidad, entidad sin ánimo de lucro que promueve la autonomía personal y la inclusión de las personas que conviven con espasticidad, uno de los principales síntomas del daño cerebral
Con motivo del Día del Daño Cerebral, que se conmemora el 26 de octubre, ORPEA Madrid Mirasierra, centro especializado en rehabilitación, ha celebrado este domingo 23 de octubre, un concierto solidario a cargo de los madrileños “La la la Band”.
Con este evento ORPEA busca visibilizar el daño cerebral, una lesión que afecta a más de 420.000 personas en España y cuyo origen, en el 78% de los casos, es un ictus. También quieren reivindicar la necesidad de un abordaje integral y personalizado de los afectados, a través de una rehabilitación especializada, con el fin de mejorar su autonomía, bienestar y mejorar su calidad de vida.
Como explica la directora Médica del ORPEA Madrid Mirasierra, Carmen Mateos: “El daño cerebral se caracteriza por su brusca aparición y la variedad de secuelas que presenta, según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan alteraciones físicas, cognitivas, emocionales y sociales y trastornos en la percepción y en la comunicación, por tanto, requieren de un abordaje multidisciplinar que aborde de manera holística todas las funciones afectadas”.
Rehabilitación física, cognitiva, emocional y social
Según explica la doctora Mateos, las actuaciones que abarca la rehabilitación de los pacientes con daño cerebral se deben enmarcar en cuatro esferas: física, cognitiva-conductual, emocional y social.
- Esfera física. Los objetivos son funcionales y relacionados con la coordinación, la prevención de caídas, la resistencia a la fatiga o el reentreno en las actividades de la vida diaria; igualmente se persigue la mejora del habla y la comunicación o la deglución.
- Esfera cognitiva y conductual. Se abordan síntomas relacionados con la memoria, la atención, el pensamiento complejo, así como otros como la perseveración, los problemas del lenguaje o las alteraciones de conducta.
- Esfera emocional. Se tienen en cuenta aspectos anímicos como la ansiedad, la depresión, el duelo, la irritabilidad, etc.
- Esfera social: resulta esencial enmarcar todas las esferas anteriores en las circunstancias particulares de cada individuo, sus roles personales, laborales y familiares, y el entorno que le rodea o al que será derivado pasada la fase aguda del daño cerebral
Para ello, se precisan equipos profesionales trasdisciplinares especializados. En ORPEA Madrid Mirasierra, centro especializado en rehabilitación, los equipos están formados por médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos y neuropsicólogos, logopedas, trabajadores e integradores sociales, y animadores socioculturales que trabajan en estrecha colaboración y coordinación con el personal de planta (atención médica y de enfermería 24h, personal auxiliar), y con los facultativos de referencia como neurólogos, psiquiatras, neurocirujanos, endocrinos, etc.
Además, como subraya la doctora Mateos también están en permanente contacto con las asociaciones de pacientes para conocer sus necesidades y dar respuesta a sus requerimientos, porque, en su opinión, son parte crucial en la intervención de estos pacientes.
En beneficio de Convives con la Espasticidad
En esta ocasión, los beneficios recaudados del concierto solidario organizado por ORPEA Madrid Mirasierra serán destinados a Convives con Espasticidad, entidad sin ánimo de lucro que promueve la autonomía personal y la inclusión de las personas que conviven con espasticidad, uno de los principales síntomas del daño cerebral, sobre todo en aquellos casos relacionados con un ictus. De hecho, hay estudios que sugieren que el 19% de los pacientes que han sufrido un ictus presentan espasticidad a los 3 meses, cifra que aumenta al 38 % al año.
La espasticidad es un trastorno motor que se caracteriza por un aumento de tono de los músculos, que dificulta su movimiento y que también puede producir espasmos. Puede afectar tanto a la extremidad superior como a la inferior. Es un síntoma muy frecuente en personas con daño cerebral, pero también con otras enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En el centro ORPEA Madrid Mirasierra se dedican a abordar las secuelas derivadas de las patologías neurológicas, como la espasticidad y sus consecuencias, desde un enfoque integral y centrado en las personas afectadas y sus familias.