El acto del XI aniversario del derribo ha tenido un significado especial, tras la noticia de que el nuevo Ayuntamiento destinará el presupuesto que estaba aprobado para un memorial a dos camiones para los caballos de la Policía Municipal
Un año más, y van 11, vecinos, colectivos y organizaciones han conmemorado el aniversario del derribo de la cárcel de Carabanchel. El acto, convocado por la Plataforma Ciudadana por el Centro de Memoria Cárcel de Carabanchel, ha aleado de manera indisoluble la emoción y la reivindicación, ganándose inclusive el respeto de los cielos madrileños, que amanecían bellísimos, pero francamente nublados. Al final no llovió, pudiendo desarrollarse el evento con arreglo al guion trazado.
Activaba el megáfono a las 12:00 Luis Suárez-Carreño, ex-preso, quien en nombre del colectivo organizador se encargó de introducir el acto, explicando cómo en esta ocasión tenía un doble objetivo: por una parte conmemorar el aniversario del derribo, y por otra enfrentar las últimas novedades en torno a esta cuestión, apuntando cómo el anterior consistorio había aprobado una partida presupuestaria destinada a un memorial de la cárcel, algo que recordó que no era lo reivindicado por la plataforma pero al menos era un gesto, que ahora ha sido anulada por el nuevo Gobierno municipal y el dinero destinado a dotar a la Policía Municipal de dos camiones para transportar sus caballos, “una muestra de la sensibilidad de este Ayuntamiento”, concluyó.
A continuación intervino Víctor Díaz Cardiel, también antiguo preso, quien llamó a combatir los recientes intentos de banalizar la memoria del franquismo, que calificó de “vergüenza”, insistiendo en que “Hay que reivindicar la memoria del antifranquismo; sin memoria no hay democracia”. La siguiente en tomar el megáfono fue Yenia, hija del sindicalista Marcelino Camacho, que recordó el sufrimiento de los presos y las vejaciones, muchas veces absurdas, que tenían que sufrir de continuo, rindiendo homenaje a todas las personas encarceladas durante la dictadura y a sus familias, en las que también “se metió la cárcel”.
Les siguió Julián Rebollo, de la plataforma, quien recordó la maqueta-monumento y la placa, realizadas en 2011 y en torno a las que estábamos reunidos. Después, representantes de la asociación La Comuna y de la Mesa de la Memoria Histórica de Latina procedieron a la lectura del comunicado elaborado por la plataforma para el acto, que rememora la construcción y la historia de la cárcel, describe la situación actual y recuerda las reclamaciones “largamente reiteradas”: creación del Centro de la Memoria de la represión y la resistencia al franquismo Cárcel de Carabanchel; cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros ubicado en parte de sus terrenos, “en cumplimiento de los derechos humanos básicos”; y construcción del hospital de referencia para los distritos de Latina y Carabanchel aprobado en su momento.
Tras la lectura, el centenar de personas asistentes se ha trasladado a pie al lugar de la verja del solar donde la plataforma ha instalado un Memorial Alternativo, en respuesta a la decisión municipal de eliminar la partida presupuestaria mencionada. Éste incluye los primeros 550 nombres de personas que pasaron por esta cárcel como resultado de su lucha por la libertad, de los más de 1.700 que está previsto que lo compongan. Ha sido costeado por aportaciones voluntarias de vecinos y asociaciones, y se irá ampliando según se vayan consiguiendo fondos necesarios, permaneciendo instalado hasta que el Ministerio del Interior decida construir el Centro de la Memoria reclamado. Porque así somos en Carabanchel: cuando las instituciones no están a la altura (lo que ocurre demasiado a menudo), los vecinos nos organizamos y encontramos nuestras soluciones.
