HABLANDO DE URBANISMO. Mucho estilo y pocas nueces

Hace diez años, una vecina intrépida inició una cruzada contra la suciedad persistente de la plaza del Parterre. Todos los días, terminada la jornada escolar, las papeleras metálicas, dos para toda la plaza, del modelo histórico MU-12a, aparecían colmatadas y semienterradas en basura, sobre todo envases.

Los causantes directos eran los estudiantes, que en sus recreos se reunían a almorzar en la plaza. La vecina no protestaba por los usuarios —“faltaría más”, decía ella—, sino contra el Ayuntamiento y su empecinamiento en no mejorar la recogida en ese espacio público. Sopló y sopló, pero no consiguió tirar abajo el muro de manifiesta incompetencia de la Junta, amparada en su respuesta habitual: “Para eso, señora —respondieron—, sople más arriba”.

Dos lustros más tarde, hemos paseado varias veces por la nueva zona pública ajardinada a la altura de Aguacate, que nadie parece preocuparse de bautizar. Este espacio, mitad red de caminos, mitad plazoleta, forma parte de la nueva y flamante red de espacios libres del centro histórico de Carabanchel Alto. Y tal como se observa en la foto, el panorama de mantenimiento no puede ser más penoso. Los jardines no han sido gestionados desde la apertura a la vecindad, como viene siendo habitual. Y la vegetación comienza a ocultar la basura a los pies de las colmatadas papeleras.

Así y todo, se aprecia que estos contenedores han cambiado. Ahora Madrid se amuebla con el flamante nuevo catálogo de mobiliario urbano, actualizado este 2023. Las nuevas papeleras Cibeles, tipo MU-77, tienen, según el catálogo, “un diseño muy funcional de líneas sencillas, lo que facilita su integración en el entorno urbano”. Es verdad, son plásticas, anodinas y su mayor mérito es el dispensador de bolsas para heces de mascotas. Vacio.

Actualizamos nuestro “estilo urbano” con estos y otros elementos, como bancos de madera y acero de líneas simples y robustas, asientos de resistente granito, gráciles bolardos… la pera. Y seguimos sin atender al sentido común, el razonamiento adaptado, negándose a acatar las más sencillas reglas de la recogida selectiva y el cuidado ambiental.

Evitan salirse del guion, sin valorar estrategias de limpieza basadas en las necesidades reales de cada espacio, bien con una dotación adecuada de contenedores o bien con mayor frecuencia de recogida. Da igual que sea un paso como la placita de Santa Teresa Jornet o un lugar tan emblemático y frecuentado como la nueva plaza de España. Todos cortados por el mismo patrón y con los mismos errores.

¿Y qué decir de la recogida selectiva? La población está más concienciada con el reciclaje que el propio Ayuntamiento, pero es éste el facilitador de la tecnología y los medios. Y de los 240 elementos del catálogo no hay ni uno, ningún depósito ni papelera selectiva, salvo los grandes depósitos de vidrio y exclusivos puntos selectivos de proximidad. Nada.

Renovar el catálogo no les eximía de estudiar estas cuestiones, al contrario. Tenemos un nuevo manual… pero amigas, mucho estilo y pocas nueces.

Si quieres que comentemos sobre algún hecho urbanístico que te afecta, escribe a pupu2129@yahoo.es, a la atención de nuestra columna.


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