Desde el 16 de marzo hasta el 8 de abril, día en el que he podido volver a casa, he pasado por un proceso de hospitalización como consecuencias de haberme infectado con el Covid-19 o Coronavirus, que no podía dejar de grabar y compartir. Desde los primeros síntomas en la casa, hasta los días en la nave compartida en el IFEMA (centro de convenciones habilitado especialmente para dar respuesta ante la falta de camas en centros médicos), pasando por las urgencias del Hospital de la Princesa.
Con estas imágenes, quiero agradecer a tantas y tantas personas -pareja, familiares, amigos, incluso desconocidos- que me han estado mandando deseos de bienestar, desde el primer momento, para que mejorara. Saberme acompañado ha sido vital, especialmente cuando los efectos físicos y psicológicos de la enfermedad eran más fuertes, o cuando el miedo de tantos compañeros con los que compartía espacio me atenazaba.
No he podido ni querido resistirme a dejar constancia de amigos (los puedo llamar así ya), instalaciones… y de tantos profesionales y voluntarios que nos han cuidado y que siguen dando lo mejor de sí mismos. Aquí unas cuantas imágenes
Ahora, recuperándome en casa, sigo repitiendo: ¡Gracias, gracias, gracias!
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