Aun no se ha calculado el impacto que tendrá el parón en los envíos de las remesas de los migrantes en sus países de origen
La Europa moderna, culta y contemporánea está siendo invadida por un virus que azota al conjunto de su población, una pandemia que ataca a todos, que no hace distinción de clases, ni de origen, ideología y peor aun religión, en este escenario los migrantes están pasando momentos de incertidumbre y mucha angustia porque el Covid-19 se está cebando en dos frentes: donde viven y en sus países de origen.
Y esta situación es muy particular y lo cuenta Juancito un inmigrante ecuatoriano con más de veinte años en Madrid -se sufre tanto aquí como allá-, dice en referencia a su país y a las noticias que llegan que no son nada halagüeñas. Hoy se ha dado cita y respetando a rajatabla el protocolo de un metro y medio entre las personas para evitar el contagio del coronavirus hace fila para realizar un envio a su familia para sus padres, hermanos menores y un hijo de un primer matrimonio que esperan en Quito esta ayuda.
Según el reporte sobre migración y desarrollo del Banco Mundial (BM), el flujo de remesas hacia los países de ingresos bajos y medios habría superado los $550.000 millones en 2019, lo que representa un aumento del 4,7% con respecto al 2018. Por otra parte los migrantes ecuatorianos residentes en el exterior enviaron al su país durante el primer semestre del 2019 un total de $ 1.545,82 millones, 4,28% más que el mismo periodo del 2018 cuando se recibieron $ 1.482,36.
Para la publicación Pulso Financiero de la consultora Roadmak Solutions, "Desde el 2015, las remesas que ingresan al país no han dejado de crecer, esto es debido a los envíos que hacen los migrantes ecuatorianos, especialmente desde Estados Unidos y Europa. Estas remesas contribuyen de manera positiva para el flujo de capitales y el dinamismo económico interno", las remesas que se envían a Ecuador significan el 3% del PIB (Producto Interior Bruto).
Según la periodista Hebe Schmid, en un artículo para americaeconomia.com señala que hace unos días, el Instituto Robert Koch, la agencia del gobierno alemán encargada del seguimiento y control del coronavirus, advertía acerca de que la pandemia originada en la ciudad china de Wuhan podría prolongarse hasta dos años, si antes no se pudiera contar con una vacuna.
Por lo cual todo indica que las medidas de confinamiento que impone el virus en los principales mercados de Latinoamérica y del mundo, y que reducen el consumo y la inversión, tendrán un fuerte impacto en las exportaciones de la región, que ya denotaban una contracción de 2,4% en 2019, y que en enero fue de 3,4% interanual, mientras algunos países de la región muestran un impacto negativo en el bimestre febrero-marzo, según apuntan datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afirma.
La relevancia de las remesas en el desarrollo de los países con ingresos bajos y medios es tal que este rubro fue incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU como una alternativa para reducir la desigualdad entre naciones y dentro de un país. La meta es que para el 2030 el costo de estas transferencias sea menor al 3% del envío total. Además, se busca que éstas impulsen una mayor inclusión financiera en los países en desarrollo.
Mientras tanto Juancito se esmera en establecer la llamada telefónica a su familia para avisarles que el envió ya fue realizado, perdiéndose por las calles apresuradamente y de regreso a su hogar, lleva la procesión por dentro, su futuro es tan incierto como otros cientos de miles de migrantes en España y intuye que la crisis económica ya asoma por el horizonte, tanto aquí como alla.
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