‘VIDA Y MILAGROS EN CARABANCHEL BAJO’
SONIA DORADO MARTÍN
Antes de Navidad pasó por mi tienda Rosa, una carabanchelera de las de toda la vida con la que me gusta compartir historias de nuestro barrio. Se presentó con un regalo para mí, un libro que se llama Vida y milagros en Carabanchel Bajo.
Esa tarde no tuve tiempo de leerlo, aunque me insistió, ya que está escrito y protagonizado por mujeres. La verdad, tardé como un par de semanas en hacerlo, y desde entonces no me lo he podido quitar de la cabeza. Todos cuando hablamos de la historia de nuestro barrio hablamos del patrimonio arquitectónico, pero nunca nos paramos a pensar en el patrimonio de la vida de personas que vivían en la periferia de una gran ciudad, después de una guerra civil, y de cómo eran las condiciones en las que sobrevivían. Sí, ésta es una historia de mujeres, contada por mujeres, y en esta semana del 8 de marzo os recomiendo esta lectura.
La podéis descargar gratis en su página web, pero también se puede comprar la edición impresa, lo que os recomiendo; o, si tenéis un ratito más para dedicarle, ver el video de su web.
Copio el prólogo del libro:
“La historia, esta vez, está contada por mujeres que crecieron e hicieron crecer el barrio. Lo soñaron, proyectaron, lucharon, sufrieron y disfrutaron. Las mujeres que nacieron y/o vivieron desde la posguerra en el barrio de Carabanchel Bajo, en la zona de Comillas, nos han contado las historias que no aparecen en los libros, los microrrelatos que constituyen nuestra identidad de barrio.
Su historia es nuestra historia. Las historias pequeñas que nos ayudan a entender qué pies pisaron nuestras calles, cómo fueron construidas nuestras casas, cómo se criaron las vecinas y los vecinos del barrio, cuáles fueron las luchas ganadas que nos hacen ahora disfrutar de más derechos, centros sanitarios, puentes y orgullo vecinal”.
Te doy las gracias, Rosa, por mostrarme esta parte de la historia de mi Carabanchel del alma que yo, por juventud, desconocía; y os doy las gracias, mujeres de Carabanchel, Alto y Bajo, por conseguirnos un barrio del que sentirnos orgullosos.