Creo que el carabanchelero de hoy debe saber del pasado entrañable de Carabanchel. Se sabe que fue habitado en la Prehistoria, pero lo más patente fue la presencia de los romanos en este lugar. Estos invasores de la Península Ibérica dejaron huellas arqueológicas que afloraron en las obras del metro de Eugenia de Montijo, así como en el limítrofe cementerio parroquial de Carabanchel Bajo al cavar sepulturas.
En este paraje, se descubrieron también lo que fueron hermosas villas romanas. Claro que lo más sobresaliente aquí fue y es la presencia medieval de la torre de la iglesia románica-mudéjar que domina el entorno y emana espiritualidad.
Es precisamente un lugar de tradiciones que sacaron a la luz al santo patrón de Madrid, que trabajó mucho labrando y cavando pozos. Fe de ello es el pozo que existe en el interior del edificio referido, que lleva escrito “Pozo de San Isidro”, porque este santo creó fuentes y pozos como la Fuente Milagrosa de San Isidro, que el 15 de mayo de cada año rebosa en las fiestas patronales madrileñas.
Fue nuestro patrón de Madrid
gran labrador pocero
que trabajó en buena lid
noche y día por entero
y produjo algún milagro,
pues fue santo verdadero
Amal Marug
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El milagro del pozo. Alonso Cano (1638-1640)
