Los Carabancheles: del Neolítico al siglo XVIII (I)

[dropcap]E[/dropcap]xisten tres teorías sobre el origen del nombre de Carabanchel: una se refiere a que los Carabancheles fueron un importante nudo de comunicación, y por cualquier vía antigua de comunicaciones pasaban caravanas, palabra de la que podría provenir; otra apunta a que viene de “carab”, término que designa a los propietarios de tierras, como lo eran los primeros carabancheleros; y la última lo relaciona con el término “garbanzal” (también pedregal o tierra pedregosa), que hace alusión a lo propicio de sus terrenos para cultivar esta legumbre. Esta teoría tiene bastante sentido, ya que este populoso distrito al sur de la aglomeración madrileña, en la orilla derecha del Manzanares, tuvo su origen en dos pequeños pueblos, cuyos campos suministraban los garbanzos indispensables para el “cocidito madrileño”: Carabanchel de Abajo y Carabanchel de Arriba, que con el tiempo serían rebautizados como Bajo y Alto.

Un lugar encantador, cuyas condiciones medioambientales favorecieron la construcción de villas y palacios donde la más encumbrada sociedad madrileña gustaba de pasar sus periodos de descanso.

Primeros testimonios


[caption id="attachment_550" align="alignright" width="620"]Durante las obras de instalación de los ascensores en Carpetana, se hallaron restos prehistóricos. Durante las obras de instalación de los ascensores en Carpetana, se hallaron restos prehistóricos.[/caption]

Pero, obviamente, no fueron éstos sus primeros pobladores, ni mucho menos: se han encontrado objetos originarios del Neolítico, Paleolítico y de la Edad de Bronce en el Yacimiento del Cerro de San Isidro. Y si dejamos atrás la Prehistoria y entramos en la Historia, los restos más antiguos serían los hallados durante la restauración de la Ermita de Santa María la Antigua en 1999, pertenecientes al siglo I o II, probablemente restos de ánforas usadas por pobladores carpetanos.

Andando el tiempo, hay teorías que apuntan a que la villa tardorromana de Miacum pudiera haber estado cerca de la antigua finca de los Montijo, cerca de la ya también antigua cárcel de Carabanchel. Tras la caída del Imperio Romano, no se tienen evidencias contrastadas de presencia visigoda o musulmana, siendo la primera referencia de estos lares debida a la ermita de La Magdalena, construida entre los siglos XII y XIII. Durante la Edad Media, el señorío de Carabanchel cambió varias veces de manos hasta convertirse en un señorío eclesiástico dependiente del arzobispado de Toledo.

Siglos XV y XVI


[caption id="attachment_549" align="alignleft" width="620"]Frnacisco de Goya Pradera de San Isidro Francisco de Goya, Pradera de San Isidro[/caption]

A mediados del siglo XV, el núcleo de población existente en torno a la iglesia de La Magdalena quedó abandonado, y sus habitantes se distribuyeron entre los concejos de Carabanchel Alto y Bajo (tiempo después, en 1517, se estimaría la población de ambas localidades en unos 320 habitantes cada uno).

En estos años se fundan las iglesias de San Pedro en el Alto y de San Sebastián en el Bajo, y ya en el siglo XVI el templo de La Magdalena pierde su rango parroquial y es convertido en ermita, quedando consagrado a Santa María la Antigua). Y ya que hablamos de ermitas, la original de San Isidro, de modestas proporciones, data de 1528, y se construyó por iniciativa de Isabel de Portugal, esposa de Carlos I, en agradecimiento al santo por haber curado a su hijo, el príncipe Felipe, de fiebres cuartanas. Apuntamos aquí que San Isidro Labrador había vivido en un caserío de Carabanchel Bajo durante el siglo XII, y que fue enterrado en principio en el cementerio de San Andrés, quedando al descubierto su cuerpo incorrupto a causa del desbordamiento de un arroyo, lo que se consideró fruto de la intervención divina, siendo trasladado al altar mayor de la iglesia de San Andrés.

Madrid, Villa y Corte


Llegamos a 1561, año en el que Felipe II establece la corte en la Villa de Madrid, con lo que, al estar tan cerquita, el desarrollo de los Carabancheles va a ir muy unido al de la capital. Por esta época hay que reseñar a la conocida como “Finca de los Montijo”, la más antigua del hoy distrito, dado que ya en el siglo XV se instaura como mayorazgo de los Zapata y mayorazgo de los Cárdenas, llegando con el tiempo y muchos aconteceres a los condes de Miranda. Alrededor de 1780 estos condes llevan a su villa los capiteles, basas y escudos de su palacio del centro de Madrid.

Treinta años antes de esta “mudanza”, en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1750), se mencionan grandes fincas como la de los condes de Miranda ya mencionada (luego de Eugenia de Montijo), la de Manuel Dávila y la de la Huerta de Aluche.

El Puente de Toledo


[caption id="attachment_551" align="alignleft" width="620"]puente de toledo terminado en 1732 foto: Vanessa Agustin Puente de Toledo terminado en 1732. Foto: Vanessa Agustín[/caption]

También del siglo XVIII es el Puente de Toledo, que enlaza la glorieta de Pirámides con la de Marqués de Vadillo; o lo que es lo mismo, la Villa de Madrid con el camino de Toledo. Sustituye a la Puente Toledana, construida entre 1649 y 1660, destruida por una crecida del río, reconstruida de nuevo, y de nuevo destruida por otra riada en 1680, cuando acababa de terminarse su reconstrucción. Nuevamente en ruinas, se proyecta entonces el actual Puente de Toledo. De estilo barroco (churrigueresco) y diseñado por Pedro de Ribera, comienzan sus obras en 1719 y concluyen en 1732.

Tomás López, en su Geografía Histórica de España, de 1788, se refiere al término municipal de Carabanchel Alto como rico en campos de trigo, cebada, centeno, algarrobas, almortas, guisantes, garbanzos, habas y melones, fruto este último de calidad muy apreciada en los mercados de la capital, donde se acudía a venderlo, especialmente por septiembre en la romería de la Virgen del Puerto, a orillas del río Manzanares y en el camino de Extremadura (actual paseo de Extremadura).

En la plaza del pueblo había una fuente de dos caños inmensos que manaban un caudal del agua abundante, aunque no era apta para el consumo humano. Además, en Carabanchel Alto, en el año 1788, había dos fábricas de bolas de sebo, una de jabón y otra de licores, todas ellas regentadas por franceses.

Ermita Santa Maria de la Antigua foto: V.A

Ermita Santa María de la Antigua. Foto: V.ATerminamos nuestro repaso histórico de este mes “a lo grande”: en 1775, Francisco de Goya se traslada a Madrid, y pinta aquí La pradera de San Isidro.
(Continuará)

RECUADRO
Próximo capítulo: Carabanchel en el siglo XIX

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Fuentes
Fuente principal: http://es.wikipedia.org
Otras fuentes: www.madrid.es, www.carabanchelsemueve.org

 


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