Las escuelas infantiles del ayuntamiento de Madrid, recibieron la orden de cerrar sus centros, el 10 de marzo como una medida más para evitar el contagio del covid-19.
Igual que el resto de los niveles educativos (2º ciclo de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachiller, Formación Profesional y Universidad) que iban a continuar con su labor educativa desde casa, los equipos, supusieron, aunque nadie les comunicó nada, que así sería también en el primer ciclo de educación infantil.
Estas escuelas, servicio público de gestión privada, están en manos de empresitas pequeñas montadas por uno o varios profes, y venían sufriendo la "invasión" de empresas de servicios, no gestionadas por profesionales del sector y que ofrecen mucha menos calidad educativa y mucha más precariedad para su plantilla, y que ahora en esta situación lo tendrán más fácil para sobrevivir, para dejar el sector en manos de la gran empresa privada precarizadora.
El día 11 se anunció que, para todas las escuelas de gestión indirecta de la Red Pública de la Comunidad de Madrid, quedaban suspendidos sus contratos hasta nueva orden por parte de la administración. La indignación y el estupor fueron mayúsculos, tanto por parte de las empresas gestoras, como por parte de todas las trabajadoras.
Se comunicó a los diferentes medios de comunicación y las protestas llegaron a las diferentes administraciones titulares de dichas escuelas y casas de niños. Pero no hubo ninguna respuesta.
Las escuelas infantiles de gestión indirecta, pertenecientes a la Red Municipal del ayuntamiento de Madrid, por el contrario, no recibieron ningún tipo de notificación, por lo que, desde un primer momento, entendieron que su trabajo continuaba y por ende, sus contratos seguían en vigor.
Desde AMEIGI (Asociación Madrileña de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta, a la que pertenecen cerca de 100 escuelas), elaboraron un documento conjunto, recogiendo las diferentes tareas que estaban llevando a cabo mediante el teletrabajo y que, indudablemente, las familias agradecían y valoraban, porque en momentos tan críticos como los que estamos viviendo, son un apoyo fundamental para ellas, a través del contacto continuo mediante diferentes medios (teléfono, whatsapp, plataformas de videoconferencias, facebook, etc) con el que les aclaran dudas, les plantean propuestas y actividades para realizar con sus hijos e hijas desde casa. Al mismo tiempo, todo el personal de la escuela ha seguido en contacto, a través de reuniones virtuales, programando, elaborando informes para las familias, haciendo la memoria del trimestre que acaba de terminar, etc.
Desde la Dirección General del Área de Educación, la postura estaba clara: había que seguir manteniendo los contratos porque la tarea de las escuelas infantiles en estos momentos era muy importante. Para reforzar su postura, desde dicha dirección general, se enviaron “UNAS RECOMENDACIONES” a los distritos para evitar que los contratos se suspendieran. Pero cada junta municipal lanzaba a sus respectivas escuelas mensajes bien diferentes. Algunas, tenían claro que había que seguir trabajando, otras, por el contrario, anunciaban que no se podrían mantener los contratos porque la tarea que llevaban a cabo no era exactamente la recogida en dichos contratos.
Ante esta situación de “incertidumbre”, en la que no sabían realmente que postura iba a tomar cada Junta, el 1 de abril, la CONCEJAL DELEGADA DEL ÁREA DE COORDINACIÓN TERRITORIAL, TRANSPARENCIA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA, (Vicealcaldesa Tercera), Silvia Saavedra, publica un DECRETO, con instrucciones claras diciendo que los contratos de gestión de las escuelas infantiles municipales deben continuar, porque el trabajo que se está llevando a cabo, hay que mantenerlo debido a su importancia de cara a las familias.
Con esta publicación, entendieron que, siguiendo las recomendaciones de la vicealcaldesa tercera, sus contratos continuarían en todas las escuelas.
Pero, cuál ha sido su sorpresa, al comprobar que cada Junta Municipal, sin tener en cuenta ni las recomendaciones de la dirección general de educación, ni las de la vicealcaldesa tercera, está tomando decisiones tan contradictorias como, en algunos casos suspender los contratos desde el 11 de marzo, en otros llevar a cabo suspensiones parciales además, no haber comunicado a día de hoy ningún tipo de suspensión.
Los profesionales están indignados, con el Ayuntamiento de Madrid por no valorar las Escuelas Infantiles. Y que no sea capaces de mantener los contratos, dado que se ha seguido trabajando desde el primer día de cierre, y que además, existía un presupuesto aprobado para la gestión de cada una de las escuelas, lo que nos hace pensar que se quieren ahorrar un dinero a costa de las trabajadoras y que les importa muy poco o nada lo que pueda ocurrir con las familias a las que acompañamos.
Desde el PSOE pide que se mantengan los contratos de todas las Escuelas Infantiles de nuestra ciudad, La decisión de seguir o no con su actividad debe ser tomada por la comunidad pedagógica, los expertos y el Ayuntamiento.
Por otra parte en el distrito de Carabanchel se suprime los comedores y la ampliación de jornada y se mantiene el teletrabajo de los profesores.
Desde AMEIGI, plantean que se mantengan todos los contratos de gestión con las escuelas infantiles municipales, para poder seguir realizando una tarea que es esencial y en estos momentos, más que nunca.
Lo que estamos viendo, les lleva a pensar que en la ciudad de Madrid en lugar de un GOBIERNO MUNICIPAL, lo que tenemos es un REINO DE TAIFAS.
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