“Año de nieves, año de bienes”. En enero vimos con sorpresa algo que no habíamos visto en Madrid desde luego en nuestra vida. Ante el asombro y el regocijo que supone un temporal semejante, éste fue recibido con alborozo por los vecinos que pudieron salir, y se multiplicaron los muñecos de nieve, trineos, esquís e incluso vimos la construcción de algún iglú. Hay que ver la imaginación y el derroche de actividad de los vecinos los primeros días.
Posteriormente la situación fue acompañada de no pocos inconvenientes, que se fueron multiplicando al ver que el frio no remitía y la nieve se había convertido en planchas de hielo, lo que daba lugar a innumerables dificultades para trasladarse al hospital, ir a trabajar, sacar el coche o para moverse por la calle y que uno apareciera de repente en el suelo.
Como positivo resaltaremos que durante una semana nos quedamos en casa, y esperamos que pronto veamos que la curva de la pandemia remita ante esta nueva reclusión forzosa por las inclemencias del tiempo. Nuevamente resaltamos la actitud de los vecinos, que voluntariamente abrieron pasos, retiraron nieve y ayudaron a personas que no se podían desplazar.
El periódico de enero, recién salido de imprenta cuando comenzaba a nevar, pudimos repartirlo muy tarde, y por tanto la naturaleza nos impuso su ritmo, lo que nos ha obligado a que en febrero también tengamos un ligero retraso con respecto a nuestros días de salida habitual. En el presente número sacamos, como otros años, el Especial Colegios, esta vez con cierta dificultad al haber estado cerrados los colegios hasta casi finales del mes pasado.
Pero, como decíamos al principio, esperamos que después de la tempestad venga la calma y tengamos verdaderamente un año de bienes, aunque de momento nadie lo veamos claramente y se imponga una visión pesimista desbordados por los acontecimientos.
Confiamos en que esa corriente de acercamiento y sensibilidad entre los vecinos sea algo que vaya creciendo y se vaya instalando en nuestro distrito como una ola; una corriente positiva que marque el signo de los nuevos tiempos.
Foto: David García