Las ramas de las acacias de la C/ Dátil invaden los jardines, los patios y hasta los balcones de las viviendas lindantes. La vecindad debe soportar con impotencia cómo la floración de estos árboles inunda sus casas de un espeso polen amarillo y de hojas muertas.
Encima, comienza a ser un riesgo personal caminar por la acera o simplemente estar en tu patio, ya que son varias las ramas nuevas que han cedido a su peso. Dentro de poco habrá que caminar agachado, para no peinarse con las jóvenes ramas bajas.
Mientras tanto, permanecemos dóciles a las indicaciones que no permiten la poda si no es por el servicio de jardinería. Solo nos dejan un camino, que es de la solicitud mediante la web de avisos y peticiones.
Son muchas las quejas presentadas, incluso desde finales del año 2021, y sin embargo hacen caso omiso. Deben ser tantas que hace tres meses podías ver todas las solicitudes en su página web. Ahora ocultan o han borrado la mayoría y solo puedes ver las tuyas.
Nos encanta vivir en una calle arbolada, pero ahora, además de tener que soportar a las cotorras, debemos convivir con las ramas de los árboles que crecen sin control ni la poda obligatoria que les corresponde.
En una ocasión se consiguió hablar por teléfono con el servicio y la respuesta fue la siguiente: se podarán cuando toque. Si casi ha pasado un año, ¿cuándo tocará?