El festival de cine celebra su vigésima edición este noviembre
El festival de cine El Ojo Cojo celebra su vigésima edición este noviembre, destacando una selección de películas que revelan la extraordinaria riqueza de la vida cotidiana. En su aniversario, el festival reafirma su compromiso con el cine que desafía las narrativas convencionales y ofrece miradas frescas sobre las experiencias humanas más comunes.
‘Temas propios’, de Guillermo Rocamora
Esta película uruguaya explora la formación de una banda musical entre un padre y su hijo adolescente. A través de ensayos, discusiones familiares y momentos de conexión inesperados, Rocamora nos recuerda que las grandes transformaciones personales a menudo ocurren en los momentos más ordinarios.
‘La colada’ de María Monreal
El cortometraje español La colada, dirigido por María Monreal, se erige como una de las joyas de esta edición. La película sigue a Belén, quien encuentra en la azotea comunal no solo un lugar para tender la ropa, sino un espacio de conexión y rebelión. Monreal transforma un acto mundano en una poderosa metáfora sobre la soledad urbana y la resistencia cotidiana, recordándonos las obras del neorrealismo italiano que encontraban poesía en las tareas diarias.
‘Mujeres calvas’ de Sandra Román
Sandra Román nos trae Mujeres calvas, un documental que explora la vida de mujeres con alopecia. A través de sus rutinas diarias y desafíos, Román revela cómo la aceptación y la autoestima se construyen en los pequeños momentos, ofreciendo una mirada íntima a la revolución personal que ocurre en los espacios más privados.
‘Alexa: un relato de la Mixteca’, de José Assadourian Martínez
Este documental, aunque centrado en temas más amplios, ofrece vislumbres preciosos de la vida cotidiana en la región mixteca de Oaxaca. A través de la familia Ortiz Cortés, vemos cómo las tradiciones ancestrales de alfarería se entrelazan con los desafíos diarios, pintando un retrato vívido de la resistencia cultural que se manifiesta en los gestos más simples.
‘Andrómaco’ de Vania Violeta Ramírez del Pozo
Andrómaco nos lleva a un callejón de la Ciudad de México donde 68 casas resisten la gentrificación. Ramírez del Pozo captura magistralmente cómo la lucha contra el cambio urbano se libra en las conversaciones de vecinos, en la preparación de comidas tradicionales y en el mantenimiento de rutinas que definen la identidad de una comunidad.
‘La pura vida’, de Dylan Verrechia
Este largometraje de ficción de 1 hora y 30 minutos ofrece una mirada cruda a las dinámicas familiares tóxicas en México, abordando la violencia de género y el abuso. La película sigue a Nana, quien debe lidiar con la familia dominante de su novio y el abuso general. Verrechia examina sin tapujos la lucha de las mujeres por la autonomía y la dignidad en contextos adversos, invitando al espectador a reflexionar sobre la realidad de muchas mujeres en situaciones similares.
La vida cotidiana como espejo social
La directora del festival, Amparo Gea, comenta: “En esta edición especial, queremos dar mayor visibilidad a lo cotidiano. Estos cineastas nos recuerdan que la vida cotidiana es el escenario donde se desarrollan nuestras luchas más significativas y nuestras victorias más dulces”. El Ojo Cojo continúa su tradición de ofrecer entrada gratuita a todas las proyecciones, que se llevarán a cabo en diversas sedes de Madrid durante el mes de noviembre [entre ellas Casabanchel y Cuarto Mundo, en nuestro distrito]. Esta decisión refleja el compromiso del festival con la accesibilidad y la creencia de que el cine tiene el poder de transformar perspectivas y unir comunidades. El festival invita al público a sumergirse en estas historias que nos recuerdan la belleza y la complejidad de la vida diaria, y cómo en los gestos más simples se pueden encontrar actos de resistencia, amor y humanidad.
