Tienen entre 12 y 30 años, y algunos tienen autismo, daño cerebral o una discapacidad motora. Arquitectas de Sentidos es un proyecto fundado por Begoña González de Garay hace 15 años, cuando nació su hijo Daniel y, a los 11 meses, sufrió un ictus que le dejó un importante daño cerebral
Marcos, Leire, David, Nur, Darío, Mara, Dani, Asier… son algunos de los integrantes de un grupo de jóvenes que mañana sábado ofrecerá un tributo de pop y rock en la Sala Tarambana, en el marco de la sección Jóvenes Promesas del festival Visibles, que se celebra desde el 16 de mayo en distintas salas de la ciudad. Tienen entre 12 y 30 años e interpretarán canciones emblemáticas del pop y rock de diversas épocas, otras composiciones musicales propias y temas de artistas más actuales, acompañados del piano, la guitarra eléctrica y acústica, o la batería. Contado así no parece algo innovador o particular, pero cuando la musicoterapeuta Begoña González de Garay explica quiénes son sus integrantes, se ve con otra perspectiva. “Son alumnos de un centro pionero en educación musical inclusiva de Villaverde, y en el concierto actúan conjuntamente jóvenes con y sin discapacidad. Algunos tienen daño cerebral, otros autismo, otros tienen una discapacidad motora y tocan un instrumento con un solo brazo, pero hay algo que todos tienen en común: el talento”.
Begoña González de Garay es madre de Daniel, un adolescente de 15 años que nació sano. A los 11 meses le detectaron un tumor cerebral benigno que crecía constantemente y había que operar, pero tras la operación surgieron complicaciones y Daniel sufrió un ictus severo. “Los médicos no nos dieron muchas esperanzas y nos dijeron que, aunque sobreviviera, no sabían cómo quedaría y qué magnitud tendría el daño cerebral”. Allí, en los meses que el niño pasó en la UCI del Hospital Niño Jesús, nació el proyecto de vida de Begoña: Arquitectos de Sonidos.
El centro fue creciendo, y el pasado año Begoña se asoció con cuatro expertas en este ámbito: Daniela Kaplan, neuropsicóloga; Salma Saad, terapeuta ocupacional; Ana Gasco, especialista en educación musical inclusiva; y Manuela Junquera, musicoterapeuta especializada en neurodesarrollo. Juntas, y con el nombre de Arquitectas de Sentidos, se han cambiado a un local más amplio en el que poder atender a los casi 400 alumnos con los que ya cuentan. Además han añadido un centro de terapia integral que incluye para el alumnado que lo necesite logopedia, fisioterapia, psicología, apoyo escolar específico y terapia ocupacional, entre otros.
La inclusión real, necesaria y enriquecedora
Begoña asegura que es un trabajo apasionante pero muy duro. “Tenemos alumnos que apenas saben atarse los cordones de los zapatos, que necesitan ayuda para tareas muy básicas de su vida cotidiana, pero son virtuosos de un instrumento. Tienes que saber cómo puede reaccionar un chico con autismo en una situación determinada, es complicado, pero también es muy gratificante saber que trabajas para conseguir una inclusión real”. Y eso la anima a continuar, a pesar del abatimiento que puede aparecer tras un día complicado de ensayos. “Que los espectadores los vean juntos en el escenario, tocando una canción de rock, cantando, con compañeros que no tienen discapacidad, es lo que hace la verdadera inclusión, la magia y el enriquecimiento de esa convivencia para unos y otros”.
Todas las socias están muy satisfechas por haber sido seleccionadas en la IX edición del Festival Visibles (es el segundo año que participan), un certamen que ha puesto en valor la inclusión en escena, con espectáculos de teatro, danza y música y que se celebra este año del 16 al 26 de mayo en diversos espacios escénicos de Madrid. Pero, sobre todo, están felices y orgullosas de su alumnado. “Esto es un reconocimiento al trabajo que realizan durante todo el año. La grandeza de esta historia es verlos ahí arriba, juntos, emocionados, exhibiendo su talento y recibiendo el aplauso del público”.
El domingo lo volverán a demostrar, en un concierto que durará casi dos horas. No hay entradas porque en apenas cuatro días se agotaron las más de 100 localidades puestas a la venta. “La acogida ha sido tan buena que casi nos vamos a tener que plantear salir de gira este verano”, bromea, o tal vez no, Begoña González de Garay.